viernes, 17 de marzo de 2017

PARA QUE SE CUMPLA LA ESCRITURA

 
Siempre me ha llamado la atención que, en muchos pasajes de los Evangelios – especialmente en el de San Mateo - se repita, cuando alguien, especialmente Cristo, hace algo o dice algo, que lo hizo o lo dijo “para que se cumpliera la Escritura”. Y siempre me he planteado las siguientes preguntas: Si Cristo dijo o hizo eso “para que se cumpliera la Escritura”, ¿qué mérito tiene, si Él conocía la Escritura?
Y, ¿por qué la Escritura conocía lo que Él iba a decir o a hacer? ¿Y qué importancia tiene que lo que haga o diga coincida o no con lo que dice la escritura? Me ha parecido siempre uno de esos enigmas que, de un modo instintivo, uno intuye que le va a ser difícil aclarar.
Del mismo modo, me ha resultado siempre embarazosa la afirmación de Max Heindel de que todo lo que sucede en este plano no es sino proyección, cristalización de algo que ya ha sucedido en los planos superiores. Porque me impedía conciliarla con el libre albedrío.
Con esas dos preguntas en el fondo de mi alma he estado viviendo desde que “conocí” a Max Heindel.

EL AMOR-SABIDURÍA

 
 
Casi nunca caemos en la cuenta de que los Grandes Seres que
dirigen nuestra evolución, y a los cuales oramos, funcionan en otros
planos muy distantes y distintos del nuestro, y que hemos de esforzarnos para comprender cómo será allí lo que aquí denominamos, sentimos y concebimos de un modo determinado.
 
Si a un pez de las zonas abisales, a miles de metros de profundidad,
que ha provisto su cuerpo de puntos de luz fosforescente para atraer a sus víctimas, le preguntásemos qué entiende él por luz, no cabe duda de que nos respondería con un concepto estrechísimo, aunque suficiente para él, incomparable con la luminosidad del sol que nosotros conocemos.
 
Y, si preguntásemos a una célula de nuestro estómago, qué
entiende por distancia, por dimensión o por velocidad, nos expondría ideas y conceptos totalmente distintos de los que nosotros manejamos con esas mismas denominaciones.

LAS INICIACIONES

 
La Iniciación, contra lo que se piensa muy a menudo, no es una ceremonia. Puede ir acompañada o no de determinados ritos o actos más o menos públicos y solemnes pero, en sí, es un acontecimiento exclusivamente interno, individual, que tiene lugar en otros planos de conciencia.
Tradicionalmente, hasta Cristo, es decir, durante la antigua dispensación, el sendero de la Iniciación no estaba abierto a todos, sino sólo a unos pocos. Los Hierofantes de los Misterios elegían un cierto número de familias, las llevaban al Templo y las separaban de todas las demás. Esas familias elegidas debían observar rigurosamente determinados ritos y ceremonias. 
 
Su educación, su alimentación, sus matrimonios y vida sexual estaban igualmente regulados por los propios Hierofantes. El resultado de todo ello era la producción de una clase especial de hombres y mujeres que tenía la suficiente laxitud entre los cuerpos denso y vital y que podía despertar al cuerpo de deseos durante el sueño del cuerpo físico. De ese modo se les colocaba en disposición de recibir las Iniciaciones. Con ellos se constituía una tribu o casta especial, como la de los brahmanes entre los arios o la de los levitas entre los hebreos, dedicadas al culto y a las relaciones con Dios, y que no podían contraer matrimonio con los miembros de las otras tribus o clases. Téngase en cuenta, además, que la vida superior, mejor dicho, el sendero hacia la vida superior, no empieza hasta que se inicia el trabajo en el cuerpo vital, y el medio empleado para activar éste es el Amor o, mejor dicho, el altruismo.

EL REGRESO DEL MESÍAS.- NUESTROS ÓRGANOS INTERNOS CAP. 3



No dejaremos pasar de hacer referencia en el presente capítulo en hablar de las funciones que cumplen algunos de nuestros órganos internos en la Obra Espiritual y humana que los Hijos del Sol estamos haciendo en el presente:

LA CABEZA: Está íntimamente relacionada con la Constelación de Aries, como es sabido de todos esta constelación tiene influencia directa sobre ciertos comportamientos de la persona. En ella encontramos la glándula Pineal, que forma una armonía con nuestro Sol físico y nuestro Sol Espiritual.
También en ella encontramos nuestra glándula Pituitaria, que forma una armonía con nuestra luna física, con nuestra luna psicológica. Podríamos decir en esto que de la actitud que nosotros tengamos
frente a la muerte mística, al nacimiento y al Sacrificio, la glándula pineal nos daría una extraordinaria capacidad de cambiar la forma de pensar ya que la glándula pineal es el asiento de las funciones mentales.

EL REGRESO DEL MESÍAS.- LA PERSONA HUMANA: CAP. 2


Este es el cuerpo o fundamento de la Obra que aquí en la tierra necesitamos hacer; este cuerpo está constituido por una serie de órganos que forman una armonía o desarmonía con el Cosmos, todo depende de nuestra forma de vivir, de nuestra forma de pensar y por ende de nuestra forma de actuar.
Nosotros vemos que el Sol sale y llena de luz, de calor y de fuerza a toda la creación del planeta, pero es necesario comprender que hay una ley muy sabia en la atmósfera que hace que esta luz, calor y fuerza del Sol, actúen en una forma diferente en cada una de las múltiples creaciones que en el planeta hay. Ejemplo: al tener cada persona su atmósfera individual, particular, formada de acuerdo a su comportamiento mental, psicológico, emocional, es decir, muy negativa; el Sol le alumbra, le da calor, pero en su estado anímico, actúa negativamente porque el estado anímico de la persona es negativo; esa persona recibe esa luz y ese calor, le activa la vida orgánica pero a su vez desde sus glándulas endocrinas internas se estimula la fuerza luciférica diabólica trayendo como consecuencia que cada día ese organismo se carga más de impulsos antagónicos en su mente, en sus instintos y en sus emociones.

EL REGRESO DEL MESIAS.- EL CRISTO (CAPÍTULO 1)


Como es sabido de todos los estudiosos del Evangelio Crístico, El CRISTO es una fuerza que se desprende como parte de esas tres fuerzas extraordinarias de la Creación, a través de sus diferentes
desdoblamientos, procesándose así la Vida que existe en las diferentes dimensiones de la Naturaleza y del Cosmos, que llega hasta este mundo tridimensional dando ese impulso a todas las innumerables creaciones de plantas, animales y humanos. Él es el que palpita en los átomos, en las moléculas, en las células de toda criatura que tiene Vida.
En nosotros los humanos se desarrolla en tres aspectos diferentes de acuerdo a la actitud que nosotros tengamos en nuestra forma de vivir:
-El primer aspecto es la Vida celular Orgánica.
-El segundo aspecto es la Vida en la Reproducción.
-Y el tercer aspecto es la que producimos a través de la revolución de la Conciencia, produciendo así  un sabio aprovechamiento de nuestras energías vitales para nuestro nacimiento Espiritual; en este
proceso interno, emocional y psicológico, se integran la Sabiduría del PADRE, la Fuerza del ESPÍRITU SANTO y el Amor del CRISTO, para poner en actividad todas nuestras capacidades físicas e internas y poder cristalizar así lo que llamamos el Nacimiento Segundo.

ELEGIDO ES AQUEL... (ÚLTIMO CAPÍTULO)

 
 
Elegido es aquel que decide elegirse para la Misión
porque le duele el dolor del mundo.
Es capaz de ver cómo entregar su ayuda, su particular luz,
su talento a la humanidad,  y no necesita guía exterior.
 
Elegido es aquél que anhela un mundo mejor
y por ello deja el pasado atrás,
y llega a la Nueva Conciencia planetaria,  universalista,
a la Luz de Acuario,  y participa en la construcción de mi Templo.
 
Elegido acuariano es aquel cuya Luz es la de Acuario,
sin importar cuándo o dónde nació.
 
Acuariano es aquel cuyo intelecto no es capaz
de alejarle de la Misión.
No tropieza en los escollos del reino de la ilusión,
ve más allá del velo, no lo atrapa ese filtro seleccionador
y juzga por su corazón.

EN EL PARAÍSO TERRENAL HAY UNA PAREJA- Capitulo 23

 
En el Paraíso Terrenal hay una pareja,
una mujer y un hombre tomados de la mano,
mirando hacia el mismo horizonte,  avanzando juntos
en Amor.
 
Superada una etapa de oscuridad individual o colectiva,
mayor libertad se obtiene.
 
Yo no pido castidad a las almas limpias,
sólo verdadero Amor,  honestidad y responsabilidad
y una utilización hermosa y sana,  sabia y natural
de la Sagrada Fuerza.
 
Cada alma tiene un complemento único que le aguarda
en las alturas de la conciencia.
El encuentro no es causal,  depende de la propia elevación.
 
Cuando se necesita del otro como de una muleta,
no puede todavía aparecer la pareja.
Aparecerá una muleta que puede ayudar un trecho,
pero la pareja todavía no.
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