Hola! Herman@s Quiero compartir con ustedes Enseñanzas de los Maestros Ascendidos y de otros Maestros que han traído tanta Luz a nuestros corazones y hoy, nos pueden enseñar como hacerlo, teniéndolos a ellos como ejemplo y como guías invaluables, que a través del Amor Divino, iluminan nuestro camino hacia la Luz.
lunes, 27 de marzo de 2017
ENTREVISTA SOBRE JESÚS DE NAZARET. 4ª parte
ANTERIORMENTE HAS DICHO QUE LAS MUJERES ERAN EL ALMA DEL MOVIMIENTO QUE HABÍA EN TORNO A JHASUA... ¿CONOCISTE BIEN A ALGUNA DE ELLAS? ¿LLEGASTE A TENER RELACIÓN CON MARÍA MAGDALENA?
Conocer, conocer..., no. Solo de vista. Sé que algunas de ellas eran esposas e hijas de los hombres que le seguían, pero con ninguna mantuve relación. Ni con ellas ni con nadie, salvo con Jhoan, que me conocía y sabía perfectamente quien estaba siempre detrás de un nuevo disfraz.
Me hablas de María Magdalena.
En ningún momento oí ese nombre. Solo te puedo decir que entre las mujeres, había una, alta, un poco más que yo; esbelta, un poco más que yo; también, morena, una gran melena y grandes ojos negros. Tenía más pinta de árabe que de judía. Era muy elegante en su porte y en sus movimientos.
ENTREVISTA SOBRE JESÚS DE NAZARET. 3ª parte
¿TE HABLÓ ALGUNA VEZ DE SU PRIMO JUAN EL BAUTISTA? ¿Y DE LOS ESENIOS?
De Jhoanam. Juan el Bautista, como tú dices, es Jhoanam. No puedo decirte si era su primo, porque Jhasua cuando se refería a él le llamaba siempre “mi hermano”, pero con una profundidad inusitada. Nunca hablaba de sus propios hermanos y primos con la emotividad con la que lo hacía de él. Jhoanam era un año más o menos mayor que él, y totalmente distintos físicamente y en la forma de mostrarse a los demás.
Jhoanam había pasado casi toda su vida en el desierto, en una comunidad de personas muy interesantes, que ya entonces resultaban muy incómodas y aun hoy también lo serían. Eran judíos, pero vivían humildemente en casas que ellos mismos se construían. Vivían de su trabajo y la única relación que había entre ellos y el Padre, era su corazón.
ENTREVISTA SOBRE JESÚS DE NAZARET. 2ª parte
¿QUÉ SABES DE SU NIÑEZ?
No mucho. Solo que viajaba mucho cuando niño con su padre y su tío, y algunas veces también con sus primos mayores. Era un niño muy inquieto y despierto. Ellos lo hacían con el propósito de iniciarle en el mundo de los negocios, pero él iba siempre a lo suyo. Siempre hacía amigos allí donde iba, y no eran, por lo que me contaba, personas muy normales y corrientes. ¡Seguro que tan raritos como él!
¿QUÉ CONOCIMIENTOS TE ENSEÑÓ SOBRE EL CUERPO HUMANO?
De niña, cuando me hablaba sobre ello, me contaba historias divertidas, jugando conmigo. No te olvides que tenía tan solo 10 años, pero con el tiempo, y cuando ya me hice una mujer, esas historias divertidas fueron tomando cuerpo y un giro totalmente distinto. Yo misma me había hecho una experta siguiendo los pasos de mi madre. Estudié mucho y experimenté también, sobre todo con animales.
ENTREVISTA SOBRE JESÚS DE NAZARET. 1ª parte
Hay veces que en la vida nos encontramos con lo imposible e inesperado. Conocer de primera mano a quien estuvo junto a Jesús de Nazaret es algo impensable salvo en los evangelios, ya sean los divulgados en la Biblia o en los apócrifos. Pero el azar, más bien el destino, por no decir la causalidad, hizo que llegara a mis manos una entrevista realizada a quien vivió muy de cerca en aquellos convulsos tiempos en Israel. Lo importante es el mensaje y no el mensajero, que lo esencial es que encontremos Sus huellas en nuestro corazón, pues es ahí donde reside Su espíritu: el estado crístico al que todos estamos llamados.
Hoy, como en aquel tiempo, Su presencia es una realidad. A cada un@ nos toca la búsqueda personal del Amor que ES, más allá del tiempo y del espacio.
Leedla con el alma, pues es así como revolucionará vuestro ser.
Ángel Hache
ENTREVISTA SOBRE JESÚS DE NAZARET (Vivencias de Raquel)
¿Y TÚ, QUIÉN ERES...?
Soy Raquel y tengo 47 años, pero tu pregunta se refiere a quien fui veinte siglos atrás, ¿verdad? Yo compartí experiencia con Jhasua*, a quien el mundo conoce como Jesús de Nazaret. Yo era hija de un sacerdote del templo de Jerusalén y de una patricia romana, que murió al darme vida a mí. Desde aquél momento, mi padre, a quien quería mucho, me rechazó. Nunca renegó de mí como hija, pero no me dio su cariño. Tenía un hermano, mayor que yo, fruto de una anterior unión de mi padre.
Como mi padre no se responsabilizó de mí, los amigos de mi madre, romanos, contrataron a una nodriza, romana también, para que me educara. Yo había heredado de mi madre una fuerte herencia.
Como mi padre no se responsabilizó de mí, los amigos de mi madre, romanos, contrataron a una nodriza, romana también, para que me educara. Yo había heredado de mi madre una fuerte herencia.
FRANCISCO DE ASÍS.- CAP.4: LA VISIÓN DE ESPOLETO
La verdad era, en efecto, que nuestro joven estaba aún lejos de ser lo que se llama un convertido; llevaba en su corazón el vacío, pero no podía ni sabía llenarle. A medida que iba adelantando en su convalecencia y recobrando las perdidas fuerzas, más se iba engolfando de nuevo en la vida mundana, como antes de caer enfermo, si bien con una diferencia asaz notable: que ahora no gustaba los goces que se procuraba; una vaga inquietud le perseguía por doquiera, robándole el reposo; sentía en lo más hondo del alma un aguijón que sin cesar le impelía hacia adelante; lo pasado no tenía para él ningún interés; lo porvenir sí que encerraba heroicas hazañas, raras y maravillosas aventuras.
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