La existencia de la insuficiencia pronto llevó de forma inevitable a la siguiente Ilusión.
Si hubiera suficiente materia, no tendrías que hacer nada para obtener lo que desearas o necesitaras; estirarías la mano y ahí estaría.
Pero los humanos decidieron que las cosas no funciona n así. Dijeron: no hay suficiente.
De modo que se enfrentaron a la pregunta: ¿Cómo obtener lo bastante? ¿Cómo nos acreditamos para obtenerlo? ¿Cómo podemos calificarnos para ello? Imaginaron que debían hacer algo para obtener la materia que siempre escaseaba, algo que les permitiera hacerla suya sin discusiones. Fue el único medio que se os ocurrió para repartir todo incluyendo a Dios en beneficio propio, sin necesidad de matanzas ni riñas. Y lo que se os ocurrió fue el Requisito.
Os convencisteis de que al cumplir el requisito, fuera el que fuera, “tendríais la sartén por el mango”. Esa idea se mantiene vigente hasta la fecha, o más bien, se ha fortalecido. Creéis que cuando hacéis las cosas que necesitáis hacer , podéis ser las cosas que queréis ser. Si queréis ser felices, tener seguridad o ser amados, entonces hay cosas que vais a tener que hacer. No podéis ser esas cosas a menos que tengáis suficiente. Y no podéis tener suficiente si no hacéis lo que se requiere para conseguir lo suficiente para acreditaros, cualificaros, para poder tener lo suficiente. Esto es lo que creéis, y como lo creéis, habéis elevado el hacer al lugar más elevado de vuestra cosmología.
Incluso Dios dice que hay algo que tenéis que hacer para poder entrar en el cielo. Así es como lo habéis establecido. Este es el Requisito.
Y entonces, recuerda que todo esto está basado en La Tercera Ilusión que estáis separados. Cuando solo había Uno de vosotros, siempre había suficiente, de modo que no había nada que tuvierais que hacer para poder ser algo. Y esa idea de separación se basaba en La Segunda Ilusión que el Fracaso existe.
Como Dios fracasó a la hora de conseguir lo que quería, separó a todos los humanos de Sí Mismo. Y el Fracaso se basaba en La Primera Ilusión la Necesidad existe. Si Dios no quisiera nada, no podría fracasar en obtener lo que quiere.
Y Dios no querría nada si Dios no necesitara nada. En realidad, solo existe una ilusión y todas las demás son versiones modificadas de ella. Todas lo demás son extensiones de la única ilusión, cada una con un matiz diferente.
Así pues, la Ilusión del Requisito no es más que un enfoque diferente de la Ilusión de Necesidad. Asimismo, la Ilusión de Insuficiencia no es sino un enfoque diferente de la Ilusión de Necesidad, y lo mismo sucede con la Ilusión de Fracaso, y así , sucesivamente, con todas Las Ilusiones Humanas. A medida que analices cada ilusión, verás con toda claridad que cada una nace de las ilusiones que la preceden. Es como ver un globo inflándose. La declaración de vuestra especie acerca de que es necesario cumplir con un Requisito para poder adquirir algo de lo cual no hay suficiente incluyendo el amor de Dios ha sido una de las decisiones más importantes que haya tomado nunca la raza humana.
Ha generado listas y conjuntos enteros de reglas y reglamentos, parámetros y procedimientos, leyes de Dios y leyes de los hombres, según las cuales os imagináis que debéis vivir vuestra vida. He aquí algunas de las cosas que habéis decido que debéis hacer para poder tener una buena vida en la Tierra: Ser un buen niño .
No ser respondón .
Obtener buenas calificaciones y asistir a la universidad . Graduarte y conseguir un buen empleo . Casarte y tener hijos . Ser buenos padres y dar a vuestros hijos más de lo que vosotros recibiste is. Manteneros en calma.
Hacer lo que se os indique . No hacer cosas malas o, por lo menos, no dejar que te atrapen haciéndolas . Seguir al líder . No hacer demasiadas preguntas, y no hacer las preguntas inadecuadas . Mantener a todos felices . No incluirte a ti mismo dentro del grupo de personas que pretendes hacer felices si eso significa excluir a otra persona del grupo. No imponer tu presencia a nadie, sobre todo cuando envejezcas . Y a continuación va una pequeña lista de cosas que decidisteis que tenéis que hacer para poder agradar a Dios y entrar en el cielo: No hagas nada malo, y olvídate de la posibilidad de que no te atrapen, pues de todas formas te atraparán . Si haces algo malo, por el amor de Dios, suplica perdón, y promete no volverlo a hacer jamás . Sé buen niño, buena niña. No te toques . No toques a nadie tampoco. No de esa manera... De hecho, no toques nada. Trata de entender que, en el mejor de los casos, los placeres del cuerpo te distraen de lo que realmente viniste a hacer en la Tierra y, en el peor de los casos, son pecados absolutos contra Dios . Si tienes que tener placeres, no los disfrutes . No disfrutes del dinero . No disfrutes de la atención . No disfrutes del sexo . Sobre todo, no disfrutes del sexo. Nunca tengas relaciones sexuales fuera del matrimonio, y nunca ames a más de una persona de “esa manera”. Si tienes que tener relaciones sexuales por cualquier motivo ajeno a la procreación, siente vergüenza; no lo disfrutes de forma abierta o desinhibida . No aceptes dinero por algo que realmente disfrutas, y si ganas mucho dinero, asegúrate de donar la mayor parte. Cree en el Dios verdadero . Por todos los Cielos, cree en el Dios verdadero . Implora perdón y misericordia a Dios por haber nacido imperfecto, y pide Su ayuda para cumplir con las condiciones necesarias para que te ame nuevamente . Vuestra especie tiene muchas otras creencias. Las que aparecen en esta lista solo son algunos ejemplos. Esto es lo que tenéis que hacer. Este es el Requisito, y haríais bien en comprenderlo. ¿Quién estableció el Requisito? ¿Quién lo puso en vigor? Decís que lo hice Yo. Aseguráis que el autor fue Dios. Y como no hay Dios suficiente para todos, os veis obligados a considerarme de vuestra propiedad para poder justificar que os habéis colocado como ganadores en vuestras competiciones. Entonces, afirmáis que la vuestra es la Única Nación Bajo Dios, o que sois Los Elegidos, o que la vuestra es la Única Fe Verdadera. Me reclamáis como propio, y lo hacéis de una manera tan violenta, tan feroz, porque consideráis que si Me podéis reclamar como propio, entonces podéis reclamar como propia cualquier otra cosa que deseéis, en Mi nombre. Así os habéis conducido durante siglos, ostentando en alto vuestros libros sagrados y vuestras banderas, para justificaros en tomar para vosotros todo aquello que consideráis escaso, recurriendo a cualquier medio, incluso al asesinato. Incluso habéis llegado tan lejos que a un evento así lo llamáis guerra santa, intentando cerrar las heridas de vuestra alma abriendo heridas en los cuerpos de otros. Habéis realizado los actos más impíos en el nombre de Dios, y todo porque creéis que tengo un Requisito que debéis cumplir para poder acogerme, para poder recibir Mi amor y toda la materia de la Vida. Mientras creáis que hay algo que debéis hacer, lucharéis por averiguar de qué se trata, y luego lucharéis aún más por conseguirlo. El logro se iba a convertir en vuestro Dios. Y de hecho, ya es así. Sin embargo, si hacer las cosas correctas os da la felicidad y os permite regresar a casa con Dios, ¿por qué da tanta infelicidad toda esa lucha y ese esfuerzo por hacer esas cosas? ¿Y por qué parece tan claro que todo ese esfuerzo está apartándoos de Dios? Y tal vez algo incluso más importante: ¿cómo saber si todo eso valió la pena o no? ¿A través de qué medio o sistema se va a decidir si habéis cumplido o no el Requisito? Esto es algo que no sabíais. Y esta fue la cuestión que los humanos comenzaron a plantearse. Era evidente que La Quinta Ilusión tenía un defecto. Esto debió haber revelado como falsa la idea del Requisito, pero los humanos sabían, a un cierto nivel muy profundo, que no podían abandonar la Ilusión, o si no, algo muy vital llegaría a su fin. De nuevo tenían razón, pero de nuevo cometieron un error. En vez de ver la ilusión como una ilusión, y usarla para el propósito para el cual estaba destinada, consideraron que tenían que maquillar el fallo. Y a fin de corregir el defecto de La Quinta Ilusión crearon la Sexta.
Neale Donald Walsch
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