viernes, 28 de abril de 2017

NIÑOS ÍNDIGO: EXPERIENCIAS DE LA FUNDACIÓN INDI-GO EN ECUADOR


En nuestro trabajo en la Fundación INDI-GO, observamos que surgen nuevas “clases” de niños, ampliando la clasificación que tenemos hasta ahora de Lee Carroll y Jan Tober, de Índigo
humanitarios, conceptuales, artísticos e interdimensionales.
A los niños y jóvenes en general les disgustan estas clasificaciones y sus limitaciones e incluso se niegan a ser etiquetados de “Índigo”, lo cual choca con su visión de “un todo” y con sus principios de humildad. Por otra parte, los niños acumulan en diferentes proporciones todas estas características, además de las de psíquicos, sanadores y otras aún no documentadas. Existen tantas variaciones como individuos.

Finalmente observamos en la Fundación la llegada de niños diferentes, a quienes nosotros llamamos niños “entre Índigo y Cristal” y que presentan otras características, diferentes a las del
Índigo “clásico”. No son “transmutadores” de sistemas o “promotores” de cambios como los Índigos, son más reservados pero sumamente profundos.


Sentimos que estamos frente a cambios mucho más rápidos, amplios y complejos de lo que pensábamos. Por lo tanto, creemos que es más prudente y honesto reconocer estas variables y dicha aceleración. Incluso varios investigadores ahora además de la generación Índigo y Cristal, hablan de la tercera, cuarta generación, y hasta quinta generacion (2003).
Cada semana llega otro niño y/o acontecimiento que enriquece nuestra investigación. Es importante aunar esfuerzos, compartir estudios y datos, investigar de manera interdisciplinaria (por ejemplo faltan muchos datos a nivel médico, genético, psicológico, estadístico, entre otros) para poder “pensar-entender-visualizar” mejor el rumbo que está tomando la nueva generación y ayudar así correctamente.

Un cambio radical en la educación actual con los paradigmas “redescubiertos” y las nuevas metas que emergen, podemos apreciar fácilmente la necesidad de un cambio radical y urgente en la educación actual, so pena de desaparecer como tal, con el fin de proveer herramientas sui generis, a la medida de la tarea que espera a estos jóvenes. Las siguientes son observaciones tomadas de la información compartida en la web, de los comentarios de más de 1.500 familias en 2002-2003 que se acercaron a la Fundación INDI-GO, Ecuador, ya sea personalmente, por teléfono o por e-mail, de entrevistas con profesores y directores de planteles escolares, de los trabajos del equipo técnico de la Fundación INDI-GO para elaborar proyectos de educación alternativa y de nuestra propia convivencia con los niños.
Los niños y jóvenes Índigo o de la nueva generación (como lo mencionamos anteriormente, se molestan al ser catalogados) son muy claros en sus acciones y comportamientos, sus palabras, sus pensamientos. En efecto, si aceptamos verles y escucharles, son congruentes, transparentes, de “lectura” sin ambigüedad, lo que puede facilitar enormemente el trabajo del educador, tanto padre como profesor, que quieran colaborar de verdad.
En general, el chico de la nueva generación no puede conformarse con la educación actual, la rechaza en su conjunto como un sistema caduco, con poco interés. Conocemos personalmente a dos niños, uno de 6 años y uno de 8 años, que se fueron directamente al director de sus respectivas escuelas para expresar su desaprobación del sistema educativo, cuestionando el currículum, los métodos de evaluación y los métodos pedagógicos. Empero, amonestaron con
una sonrisa al Director: “Pero usted no echa a la profesora, ella también necesita aprender”.

Desde el punto de vista de las inteligencias múltiples (ver más adelante en este libro) es imposible que un niño de inteligencia altamente intrapersonal (además de utilizar casi todas las otras inteligencias, en varios grados) se pueda desarrollar armónica y felizmente en un lugar altamente interpersonal, en donde es valorada casi exclusivamente la inteligencia lingüística y la lógica-matemática, causando un profundo desequilibrio en el aprendizaje de miles de niños y niñas que tienen en realidad un enorme y genial potencial.
Pero, este niño es tan brillante y creativo que está dispuesto a buscar y aplicar soluciones propias si tiene confianza y se siente apoyado. Sabe lo que necesita y lo que no necesita. Por otro lado, cuando un niño o un joven le dice “no”, es “no”; y no lo va a hacer, cualquiera sea la cosa que intentaba que haga.
Un joven Índigo a quien nadie escucha o hace caso, podrá optar por expulsarse del colegio, cambiarse de plantel y, de ser necesario, por ser totalmente autodidacta.

Otras maneras de aprender
Definitivamente, presentan otras maneras de aprender y de ser. En la Fundación INDI-GO y en los establecimientos de educación alternativa que visitamos, hemos observado, hasta ahora, que los niños y jóvenes de la nueva generación, en general:
- Trabajan mejor en pequeños grupos. Se “marean” y se sienten agobiados en grupos grandes, tienen dificultades si hay mucho ruido, conmoción, confusión. Parece que son sumamente sensibles al entorno, especialmente al entorno emocional (agitaciones, gritos, tono de voz, confusión de los adultos). Su energía se desestabiliza muy rápidamente, pero pueden también reconstituirla muy rápidamente (por ejemplo con tan sólo sesenta segundos de
Reiki).
- También a veces fluyen mejor con un tutor individual. Conocemos personalmente a dos hermanos que no pudieron ni leer ni escribir en su escuela, a pesar de que ésta era prestigiosa. Tuvieron que aprender en casa con un tutor individual y exclusivamente mediante juegos, crucigramas, sopa de letras. En tres semanas, no solamente aprendieron a leer y a escribir, sino que empezaron a componer sus primeras poesías y novelas. La
profesora particular, que además era la vecina y muy amiga de los niños, nos explicaba:
“primero tenía que escuchar al niño durante media hora, contándome todo lo había descubierto esa semana, sus novedades, el último animal que había visto en Discovery Channel, su último experimento. Luego solamente podíamos trabajar-jugar, y sólo
escogiendo temas que sabía que le fascinaban. Pero, puedo certificar que estos chicos, a pesar de sus supuestos fracasos escolares son brillantes, veloces y sumamente inteligentes”.
- Necesitan momentos de soledad completa donde “recuperar” su energía.
- Algunos son muy rápidos en todo lo que hacen (¡y los adultos piensan que tienen déficit de atención!). Según los profesores, muy a menudo, luego de haber dado la secuencia de pasos para sacar un resultado, algunos niños llegan al resultado final saltándose ciertos pasos o a veces todos. Otros usan sus propios métodos, que no fueron explicados en la clase, llegando al resultado correcto.
- Les gusta ver “en grande”, les interesa los problemas del mundo y se preocupan por los problemas sociales, políticos, ambientales. Conocemos a varios niños, entre 6 y 10 años, que quieren crear su propia Fundación para ayudar a los niños de la calle, otros que quieren ayudar a ancianos, ayudar al medio ambiente, salvar a todos lo perros callejeros, salvar a los bosques, ballenas, delfines, cambiar la sociedad y la economia, descubrir otra fuente de energia, entre otros temas.
- Se desenvuelven mejor si están en contacto regular con la naturaleza, lugares “de poderes”, sitios historicos, y con los elementos, especialmente el agua (“renuevan” sus energías, se
“despiertan los códigos y la memoria celular” y se abren “canales”).

También eventualmente escoge trabajar; a veces puede ser que empiece a consumir drogas, sobre todo si está acostumbrado a tomar Ritalina u otros fármacos “recetados”.
- La materia estudiada tiene que ser de interés para ellos, práctica y con un resultado final inmediato (como por ejemplo lo es el método William Kilpatrick), de lo contrario se aburren totalmente.
- Si se trata de un experimento y/o un juego, mejor aún.
Un consejo para los padres: en caso de cambio de escuela, buscar la nueva con el niño y preguntarle cómo la “siente”. No es que el niño tiene que mandarle o manipular al padre, sino que, al fin y al cabo, es él quien va a pasar toda su infancia y tal vez casi la totalidad de su juventud en este establecimiento, entonces, es mejor que le guste... le evitará muchos problemas en el futuro.

¿Y en casa?
Hay que entender que el exterior no es siempre fácil para su hijo Índigo, ya sea con los amigos o en la escuela... Por consiguiente, es importante que, por lo menos en casa, su niño encuentre un lugar seguro, cómodo y de paz física, emocional, psiquica y espiritual; donde el niño o joven pueda contar con un amor y apoyo incondicionales y tenga un espacio propio para “recuperar” sus energías, sin interferencias, gritos ni regaños. Le estará muy agradecido, le demostrará mucho afecto y colaborará con usted. Es primordial entender que, si están juntos, es para pasarlo bien primeramente.
Tanto a los niños pequeños como a los jóvenes, les encanta todo lo que esté vinculado con el fuego, la tierra, el agua, sembrar, tener mascotas, sentarse alrededor de una fogata, prender velas, poseer cristales y piedras, tomar un baño de tina o ducharse durante horas; que nadie les regañe constantemente (¿a quién le gusta?) por su desorden o por no tender su cama o por no tener tiempo de comer en la mesa.

El arte del Feng Shui dice que se necesita el caos para ser creativo... ¡Y cuán creativos son nuestros hijos (por lo tanto tienen un desorden proporcional a su creatividad genial)! También es
importante que se les preste atención, se les deje contar sus sueños, visiones, impresiones, sentimientos. Necesitan ser independientes.

FUNDACIÓN ÍNDIGO
Noemi Paymal

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