viernes, 19 de mayo de 2017

VIVIR DESDE EL CORAZÓN.- ¿QUÉ TAL EL MUNDO REAL?


MIRANDO DESDE EL VIENTRE
Mirar desde el Corazón añade riqueza a la experiencia y ofrece nuevas dimensiones a la vida diaria, sin embargo con frecuencia hay resistencia a reposar en el Corazón.
Usted podría pensar que es impráctico, o que consistentemente ver el mundo de una forma expandida, abierta y sin censuras le hace demasiado vulnerable. Por eso muchas veces volvemos a nuestra usual forma de mirar la vida a través de la mente y así mantenemos esa falsa sensación de estar en control. La mente nos da la sensación de que sabemos lo que sucederá. Aunque nuestras ideas no tengan relación alguna con la realidad, creer que sabemos lo que está por venir nos da seguridad.
No obstante, movilizarnos en el mundo mientras miramos con la mente, implica desventajas tremendas. La mayor parte de las cosas en las cuales piensa, nunca suceden en realidad.


La tendencia de enfocarse en los contenidos de la mente le podría impedir captar lo que en realidad está sucediendo.
Aún cuando la vida nos exige, no es necesario recurrir al uso de la mente, con sus muchos puntos ciegos y esa perspectiva severamente limitada. Existe otra posibilidad, aquella de mirar, escuchar y percibir el mundo desde su vientre.

Así como permite que la consciencia fluya desde el centro del Corazón, puede permitir que la consciencia sea más profunda y fluya desde un lugar situado a una corta distancia debajo de su ombligo llamada el hara.
Ejercicio: Pruebe ese ejercicio primero con los ojos cerrados y luego abiertos. Note aquellas cosas de las cuales está consciente en el momento: los sonidos, un pensamiento, los objetos que le rodean. Note si usted está mirando, escuchando, o percibiendo desde la cabeza, y fíjese ¿Cómo es esa experiencia? Ahora, con gentileza, deje caer su consciencia hacia el vientre.
No es cuestión de sentir el vientre o que hay en él, sino de apreciar su entorno desde el vientre. Al principio, le podría resultar más fácil colocar su mano justo debajo del ombligo para orientarlo a mirar, escuchar y percibir desde este lugar. Permita que sea su vientre que vea, escuche y perciba, no su cabeza. ¿Cómo es sentir, escuchar y mirar desde el vientre?
Escoja un objeto y percíbalo con su vientre, en vez de su cabeza. ¿Cómo se siente?
El vientre es una reserva de fuerza y capacidad. Posee la solidez y firmeza que pueden enfrentarse a lo que pueda acontecer. Cuando mira desde el vientre, el panorama no se contrae y los problemas no se magnifican como es el caso cuando miras desde la cabeza. Al contrario, la vista parece abierta y extensa. También hay una sensación de que algo solido y real percibe todo. Usted realmente está ahí y es capaz de hacer todo lo que sea necesario.
La consciencia es moldeada por el vientre hasta convertirse en una presencia solida y substancial que no se abrume fácilmente ni se deja influir por las circunstancias. Mirar desde el vientre, resulta ser una forma más efectiva de movilizarnos en el mundo que pensar. Es un lugar donde la acción y la consistencia surgen naturalmente.

Ejercicio: Tome un momento para jugar con esta nueva forma de percibir y mirar. ¿Cómo se sienten y ven los objetos que le rodean cuando los ve desde el vientre? ¿Cómo percibe a los demás con su vientre? ¿Cómo son los sonidos o la música cuando escucha desde su vientre? ¿Y los pensamientos?
Quizá surjan aun, pero si usted los escucha y mira desde el vientre, ¿Le parecen importantes o son sólo palabras e imágenes pasajeras en un gran espacio abierto? Sus pensamientos y circunstancias ¿Tienen un gran impacto o los percibe desde un lugar solido y real que no es afectado mucho por las ideas y eventos? Note como se ve y siente el mundo desde aquí. Es otro mundo. Explórelo. Descubra como son sus experiencias de día a día cuando las percibe desde el vientre.
El vientre estabiliza la consciencia en el mundo real, sin magnificar o distorsionar el contenido de la consciencia. Percibir desde el vientre es una directa y simple unión de lo que sucede, incluyendo un fuerte y capaz sentido de sí mismo.
Después de todo, usted es parte de lo que hay aquí ahora mismo. ¿Por qué excluir la sensación de su propia presencia? Su presencia puede ser incluida en cada experiencia, y cuando mira desde su vientre, su existencia puede parecer tener el peso y la presencia de una montaña del Ser.
Desde esta solida base de tu Ser, los pensamientos influyen menos que la consciencia. No hay necesidad de cambiar o silenciar sus pensamientos. Solamente descubrir como son cuando los ve desde el vientre.

Ejercicio: Ponga atención a sus pensamientos mientras surgen de un momento a otro. Ahora note desde donde los está percibiendo. Si los está mirando, escuchando y sintiendo desde su cabeza, ¿Cómo se siente? ¿Qué tan grandes se ven, suenan o sienten? ¿Qué tan importantes parecen?
Ahora, sin cambiar sus pensamientos de ninguna manera, permita que su consciencia fluya hacia ellos desde su vientre. ¿Cómo es eso? ¿Qué tan grandes se ven, suenan o sienten cuando los experimenta desde la cabeza en comparación con el abdomen? ¿Qué tan importantes le parecen ahora?
¿Aún tienen la habilidad de influenciarle indebidamente o de hacerle cambiar de opinión en el aquí y ahora?
Los pensamientos son útiles cuando usted los reconoce como sólo pensamientos.
Mirar desde el vientre puede darle una sensación de ser una presencia substancial que no es indebidamente influenciada por pensamientos pasajeros.
Usted también puede descansar en el vientre. Puede descansar como una montana de consciencia y sentir la calma de esa inmensa presencia.

Ejercicio: Permita que su consciencia fluya desde el vientre. No importa de qué está consciente, sólo desde donde surge esa consciencia. Ahora, simplemente descanse. Permítase reposar en la perspectiva sólida del vientre. Desde aquí, no hay nada que deba hacer, ni tampoco nada que no sea capaz de hacer. Usted es real. Usted existe.
UNIENDOLO TODO
Mirar desde el Corazón y desde el Vientre puede enriquecer su consciencia, el sentido de satisfacción y la capacidad de sentir en la vida. Mirar desde la cabeza también puede ser una capacidad muy útil para su consciencia. Aunque los pensamientos no son por sí sólos realidades profundas, no hay razón para negar su existencia y utilidad. Sólo cuando nos estancamos en este hábito, es que los
pensamientos limitan la perspectiva y el horizonte de su consciencia de manera continua. Sin embargo, no es necesario que nos neguemos la posibilidad de mirar desde la mente de vez en cuando.
Afortunadamente, su consciencia es increíblemente flexible y puede cambiar de perspectiva. No hay necesidad de que se limite a una perspectiva u otra.

Ejercicio: Escoja algo de su entorno; percíbalo primero con su cabeza, continúe con su Corazón y luego con su vientre. ¿Cómo varían estas experiencias? El contraste entre los tres modos de ver, escuchar y sentir le permitirá notar las diferencias en la consciencia misma mientras se traslada desde la cabeza, desciende al Corazón y luego hacia el vientre.
Para este ejercicio, mantenga su consciencia en un sólo objeto, sonido o pensamiento. De ese modo, cualquier diferencia que perciba será directamente relacionada al lugar desde donde mira y no al hecho de percibir otro objeto en el ambiente. Usted puede repetir este ejercicio con distintas experiencias para así volverse familiar con cada modo de percibir y tener una mejor idea de cuál será más apropiado o útil para usted.
La mente es especialmente apropiada cuando se enfoca y realiza ciertas tareas, como balancear la chequera, dar direcciones, descifrar ideas filosóficas, o memorizar un número telefónico.
El vientre es especialmente apropiado cuando son necesarias la acción, la consistencia, la fuerza o la discriminación. Ejemplos son los momentos cuando necesita persistir para lograr algo, cuando necesita negarle algo a alguien, cuando es importante actuar o abandonar una situación incómoda o peligrosa y cuando una
experiencia es especialmente intensa o abrumadora, incluso demasiado placentera.
La perspectiva del Corazón siempre es apropiada, especialmente cuando existe la posibilidad de ser y estar. Siempre es suficiente simplemente ser. La consciencia espaciosa que usted es, es todo lo que en realidad necesita. En sí mismo está todo lo que realmente importa en la vida: amor, paz, sabiduría, claridad, alegría, fuerza,
valor y maravilla. El verdadero Corazón es mucho, mucho más grande que el espacio en su pecho, en realidad incluye su cabeza, su vientre y todo lo demás.

MIRANDO DESDE EL CORAZON, EL VIENTRE Y LA MENTE
Este verdadero Corazón es su auténtico hogar. Las perspectivas de la cabeza, el pecho y el vientre, son todos componentes de este Corazón espacioso del Ser. Una manera de apreciar esto es emplear los tres modos de percibir simultáneamente.
Ejercicio: Intente hacer este ejercicio primero con sus ojos cerrados, luego abiertos. Note aquello de lo cual está consciente en este momento: los sonidos, un pensamiento, los objetos que le rodean. Note si usted está mirando, escuchando o percibiendo desde la cabeza, ¿cómo es eso? Ahora, lentamente permita que su percepción fluya desde el Corazón y desde su cabeza al mismo tiempo. ¿Cómo se siente? ¿Se complementan estas formas de ver? Ahora incluya el vientre. No se preocupe por hacerlo correctamente.
Solamente permita que la consciencia fluya desde los tres lugares sin importar a qué nivel. ¿Cómo es esa experiencia? ¿Cómo se siente tener tantos canales de información y consciencia de forma simultánea? ¿Cómo es percibir, escuchar y mirar desde los tres puntos? Escoja un objeto y percíbalo desde los tres lugares ¿Cómo se siente esa experiencia?
Usted realmente es consciencia pura—espacio vacío que tiene la habilidad milagrosa de percibir el mundo. A pesar de que este espacio esta moldeado por la vida y los contenedores humanos por los que pasa, su naturaleza fundamental como espacio no cambia. Al permitir que fluya a través de su verdadero Corazón (incluyendo, cabeza, pecho y vientre), usted le brinda espacio para expandirse y funcionar. La vida es un reto rico y siempre cambiante, entonces, ¿por qué no enfrentarlo con su ser completo?

De aquí en adelante, cuando sea sugerido que le permita a la consciencia fluir desde su Corazón, eso es también una invitación para permitirle fluir desde todo su Ser—desde la cabeza, el vientre y el Corazón. Su verdadero corazón abarca todo esto y más.
MIRAR DESDE EL ESPACIO MISMO
El espacio consciente de su Ser, es ilimitado e infinito. Mientras se sumerge en la experiencia de ver desde el Corazón, más se encamina hacia la experiencia plena de la infinita Presencia de su Ser. Es posible buscar lugares aun más profundos del Ser y mirar o percibir desde allí. La consciencia es una cualidad del espacio en sí y no está contenida en su cabeza, pecho o vientre. Lo que en realidad percibe, es este infinito espacio que rodea todo su cuerpo físico.
Ejercicio: Pruebe este ejercicio primero con sus ojos cerrados y luego abiertos. Note aquello que percibe: los sonidos, un pensamiento o los objetos que le rodean. Note si mira, escucha y percibe desde la cabeza y note como es eso. Gentilmente, permita que su percepción fluya desde el Corazón, el vientre y la cabeza, todos a la vez. ¿Cómo es esa experiencia?
Ahora, permita que su perspectiva se deslice más profundo hasta el espacio infinito de su Ser. Puede ver desde todos los espacios y sin fijarse en nada en particular. No se preocupe de estar haciéndolo bien. Sólo permita que la consciencia fluya desde lo más profundo de su Ser y a su paso. ¿Cómo es?
¿Cómo se siente el flujo de tanta percepción abierta? Permita que aquello que mira y perciba sea visto y percibido por el espacio vacío del Ser.

¿Cómo es la experiencia de percibir, escuchar y mirar desde el espacioso vasto? Escoja un objeto y percíbalo con el espacio ilimitado del Ser. ¿Cómo se siente?
Su consciencia no siempre necesita orientar su cuerpo. Puede moverse directamente desde la infinita Presencia de su Ser. Cuando la consciencia se mueve de esta manera, no es moldeada por la impronta o el acondicionamiento. Usted puede reposar profundamente como Espacio, mientras la consciencia se mueve libremente.

Ejercicio: Permita que su consciencia fluya desde el espacio ilimitado en lo profundo de su Ser. No importa realmente de que está pendiente, solamente desde dónde lo percibe. Ahora sólo acomódese. Permítase a si mismo reposar aquí en la vasta perspectiva de su Ser. Desde aquí, sólo hay espacio.
NIRMALA

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