viernes, 19 de mayo de 2017

LAS LEYES ESPIRITUALES. 1ª LEY: LEY DE LA EVOLUCIÓN.-LA REENCARNACIÓN HUMANA Y SU PAPEL EN LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL


Aunque ya hemos hablado de ella, ¿podrías darme una definición exacta de lo que es la reencarnación?
La reencarnación hace referencia a la multiplicidad de vidas físicas o encarnaciones, es decir, que un mismo ser o espíritu que ha animado un cuerpo desde el nacimiento hasta la muerte puede volver a encarnar en un nuevo recién nacido y vivir una nueva vida en el mundo físico.
¿Cuál es el objetivo de la reencarnación respecto a la evolución espiritual?
El aprendizaje espiritual se asemeja al que tiene lugar en la escuela. En la escuela existe una alternancia de periodos de estudio con periodos de evaluación o examen, donde el alumno tiene que demostrar lo que ha aprendido.


Lo mismo ocurre con el aprendizaje espiritual. En la etapa de desencarnado el espíritu estudia y se prepara espiritualmente. En el periodo de encarnado se trata de poner en práctica lo que se ha aprendido sin ningún tipo de coacción, es decir por voluntad libre del espíritu encarnado. Cada encarnación es una oportunidad de evaluación de un curso en particular. Si se supera esta evaluación se pasará al estudio de un curso más avanzado, que se iniciará en el plano espiritual con el aprendizaje de nuevas enseñanzas espirituales. Cuando el espíritu está preparado y sus nuevos conocimientos asimilados, volverá a encarnar para afianzarlos en su interior con la práctica.
Pues a mí me parece que hay personas que afrontan en la vida pruebas muy duras que yo no sé si sería capaz de superar.
En cada encarnación cada espíritu afronta unas pruebas que son propias de esa encarnación y que están de acuerdo con su capacidad espiritual. El espíritu conoce antes de encarnar qué tipo de pruebas necesita para avanzar y se prepara concienzudamente para poder superarlas con éxito en el periodo en el que no está encarnado, al igual que el deportista que participa en una final de competición no llega a esta por casualidad, sino que se ha entrenado concienzudamente durante todo el año y ha superado previamente diversas pruebas de calificación. Por tanto, a nadie se le enfrenta a pruebas que no puede superar.
No entiendo cuál es la necesidad de la reencarnación. ¿Por qué es necesario vivir más veces en el mundo físico?
¿Acaso un alumno acaba su formación en un solo curso? Aunque haya aprendido muchas cosas en un solo curso, siempre habrá algo que no haya podido aprender y que requiera más tiempo. El espíritu en evolución es también un alumno y también necesita de más de un curso, es decir, de más de una vida, para aprender todo lo que necesita y quiere.

¿Y no podría vivirse aquí una vez y luego pasar a otro plano de la existencia y seguir allí evolucionando sin necesidad de volver a la Tierra?
Podría pero, al igual que sería un despilfarro tirar un vestido después de habérnoslo puesto una sola vez, sería una infrautilización del mundo material que solo pudiéramos usarlo una única vez, unos cien años como máximo que puede durar una de vuestras vidas físicas, con la de miles de millones de años que ha costado que se forme un planeta y que se hayan desarrollado las condiciones para albergar vida. Es una cuestión de optimización de recursos. ¿Acaso vosotros tenéis escuelas para un solo año? En vuestro mundo, un alumno pasa al menos seis años en el mismo colegio sin necesidad de cambiar de centro. Por ejemplo, en un colegio de primaria, el alumno estará desde los seis a los doce años. Solo cuando el alumno completa su formación de primaria y pasa a la enseñanza secundaria, cambia de centro. Pues lo mismo ocurre con el espíritu en formación. Vuestro planeta es como una escuela de primaria donde los espíritus en edad de primaria vienen a aprender. Cuando el espíritu haya aprendido todo lo que esa escuela, es decir, ese mundo, pueda enseñarle, podrá entonces pasar a otra escuela en la que se imparta una educación superior, es decir, podrá encarnar en otro mundo más acorde con su nivel evolutivo y necesidades de aprendizaje.

Mientras, continuará evolucionando en ese mundo o en otro de semejante nivel.
¿Y por qué, si hemos vivido antes, no nos acordamos de otras vidas?
Es una necesidad del espíritu en vuestro actual estado evolutivo.
¿Y por qué necesitamos olvidar ese supuesto pasado de otras vidas?
Es necesario para concentraros en los objetivos de la actual vida, sin que haya recuerdos propios o de otras personas que impidan que el espíritu actúe con libre albedrío, para que su actuación no esté condicionada por los actos del pasado.
Esto parece estar en contradicción con la ley de evolución progresiva, ya que si el espíritu no puede recordar lo aprendido en vidas anteriores, ¿no es como si volviera a empezar de cero cada vez?
Se olvidan los recuerdos concretos pero no lo aprendido espiritualmente. Esto queda retenido por el espíritu en su memoria espiritual, aunque no en la memoria física, que ciertamente parte de cero en cada encarnación. Para que entendáis esto os pondré un ejemplo de vuestros días. Imaginaos que alguien inicia su primer curso de aprendizaje en informática y se le asigna un ordenador para realizar el curso, para que practique y guarde en la memoria del ordenador, todos los ejercicios y los trabajos del curso. Cuando llegue al final del curso el alumno habrá aprendido una serie de aspectos de la informática. En el curso siguiente cambiará de clase y cambiará de ordenador. Se le asigna un nuevo ordenador con la memoria a cero, y con mayor capacidad de procesamiento y de memoria para que pueda disponer de toda su capacidad para ampliar sus conocimientos. Aunque el alumno no haya podido transferir los documentos y ejercicios de la memoria del primer ordenador a la del segundo, lo que ya ha aprendido sobre informática, no lo va a olvidar.

Con este conocimiento podrá configurar el nuevo ordenador a su gusto, no partiendo de cero, sino haciendo uso de los conocimientos adquiridos en el primer curso, y esto es independiente de lo que le ocurra al ordenador antiguo o de los datos creados. Cuando el espíritu encarna en un nuevo cuerpo, ese cuerpo es como ese ordenador nuevo con la memoria a cero que se le da al alumno al iniciar el curso, que el alumno irá empleando para aprender. Con el tiempo, el cuerpo físico se desgasta hasta el punto de que no le sirve al espíritu para seguir avanzando. Entonces es cuando se hace necesario “jubilar” el ordenador viejo, es decir, desencarnar. La memoria física, el cerebro, se descompone con el resto del cuerpo, pero no la memoria espiritual, que retiene todo lo aprendido en esa vida. En el estado de desencarnado, el espíritu puede acceder a todos los detalles de encarnaciones anteriores, ya que deja de estar restringida su capacidad a la capacidad del cuerpo físico.
¿Entonces podremos recordar todas nuestras vidas anteriores cuando hayamos muerto?
Todo lo vivido en las encarnaciones de un espíritu y del periodo entre vidas físicas queda archivado para uso personal del espíritu, aunque mientras el espíritu está poco evolucionado, su capacidad de explorar en esta memoria está restringida a las vidas más recientes. La penetración en la memoria espiritual de las vidas anteriores aumenta conforme el espíritu evoluciona.
Sigo sin ver necesario el olvido de otras vidas. ¿En qué le puede perjudicar al espíritu el recuerdo de otras vidas? Yo creo que sería más bien al contrario. Si el espíritu conserva la memoria de sus vidas pasadas, ¿no tomará mayor conciencia del proceso evolutivo y aprovechará mejor la encarnación para evolucionar?
El razonamiento que haces es correcto para los espíritus que han alcanzado ya cierto nivel evolutivo, pero no para los espíritus menos avanzados, a los que un exceso de información podría obstaculizar su desarrollo, por no saber emplear correctamente este conocimiento. De forma que el conocimiento se va haciendo accesible a medida que el espíritu va evolucionado y va esforzándose por buscarlo.
Pues me tendrás que poner un ejemplo para que entienda lo que quieres decir, porque no me queda claro en qué manera pueden entorpecer la evolución de un ser los recuerdos de las vidas pasadas.
Vale. Imaginad que alguien ha sido un asesino en una vida pasada y que tanto él como otros espíritus que convivieron con él recuerdan las fechorías que cometió. Este espíritu ahora ha reflexionado respecto al daño que hizo y tiene el propósito de enmendarse en la nueva vida que ha comenzado. Imaginad que volviera a encarnar en medio de las personas que convivieron con él y que recuerdan lo que hizo. En esas circunstancias, el espíritu estaría marcado por su pasado y seguramente recibiría el desprecio continuo de las personas que recuerdan que fue un asesino y que no son suficientemente avanzadas espiritualmente para comprender que todos hemos errado en el pasado y que todos hemos necesitado de innumerables oportunidades para rectificar.

Podría haber algunos que quisieran ajustarle las cuentas, tomarse la revancha por las cuentas pendientes del pasado. Asimismo, el espíritu podría, bajo esa presión del entorno, torturarse emocionalmente o, lo que es peor, vengarse de aquellos que le oprimen y volver a retomar sus actividades delictivas, con lo cual, lejos de conseguir una mejora, estaríamos condenándole al estancamiento espiritual.
¿Y cómo le beneficiaría el olvido de las vidas pasadas?
Podéis considerar como si el espíritu se hubiera acogido a un programa de protección de testigos, en el que al testigo protegido, antiguo delincuente, a raíz de querer colaborar con la justicia y para evitar represalias de sus antiguos compañeros, se le da una nueva identidad, un trabajo nuevo en un lugar diferente, para que inicie una nueva vida lejos del peligro, con el objetivo de reinsertarle en la sociedad. En este caso, este efecto, el de la nueva identidad, se consigue mediante la reencarnación y el olvido de las vidas pasadas.
¿Y siempre ha de ser así, es decir, nunca podremos recordar lo que hemos hecho en vidas anteriores mientras estemos encarnados, sin esperar a la muerte?
Nunca no. De hecho, como te dije al principio, existen personas que tienen recuerdos esporádicos de otras vidas, sobre todo en la infancia, y algunos consiguen recordar algunos detalles a través de hipnosis regresiva. En Oriente se conocen muchos más casos de recuerdos espontáneos de vidas pasadas en niños que en Occidente. Y esto se debe a que al ser regiones en las que se cree en la reencarnación, los padres no reprimen a los niños cuando estos cuentan lo que recuerdan. Pero el recuerdo consciente solo será posible cuando en el mundo encarnen mayoritariamente espíritus que hayan avanzado suficiente en el aprendizaje del amor para no utilizar el pasado como excusa para no amar. Recordaréis cuando comprendáis que todos somos hermanos y que hemos errado en el pasado, y que todos hemos necesitado de innumerables oportunidades para rectificar. Así ocurre en mundos más avanzados, en los que recordar una o varias vidas anteriores es lo normal.

Pues, ahora que sacas a colación el tema, no me parece que en las zonas donde predominan las religiones orientales, que creen en la reencarnación, como el hinduismo y el budismo, estén mejor que nosotros. Ahí está el ejemplo del hinduismo, donde la creencia en la reencarnación se utiliza para justificar las desigualdades entre humanos. Me refiero al sistema de castas.
Para que veas un ejemplo de que es la evolución interior y no el conocimiento exterior lo que hace que el espíritu evolucione, ya que aun creyendo en la existencia de la reencarnación, han manipulado su significado para justificar su egoísmo. También es un ejemplo de que para los espíritus menos avanzados, un exceso de información obstaculiza su desarrollo evolutivo, por no saber emplear correctamente este conocimiento. Los hinduistas que justifican el sistema de castas, sin conocer el pasado directo del espíritu, ya están presuponiendo que el que se encarna en la casta de los intocables ha debido ser alguien que ha actuado mal en otra vida, y lo utilizan como excusa para, en vez de ayudarle, hacerle la vida lo más difícil posible. ¡Qué lamentable conclusión, basada en el egoísmo del que, tras encarnar en la casta más favorecida materialmente, en lugar de echar una mano al desfavorecido, se la pisa para que ni siquiera por su propio esfuerzo salga de la miseria! De esta forma, en la próxima encarnación, los que se creyeron mejores por haber sido materialmente favorecidos, sí que se exponen a encarnar en una situación de miseria como la de los intocables, para que sientan en carne propia lo que es la miseria, el racismo y la incomprensión. Con esta experiencia, cuando estén en situación de cambiar el estado de las cosas, por ejemplo, volviendo a encarnar en la casta dominante, tal vez se acuerden de lo que aprendieron interiormente en la vida anterior en la que fueron intocables y trabajen por la abolición del sistema de castas. Por el contrario, el budismo, de origen posterior y espiritualmente mucho más avanzado, al tiempo que mantiene la creencia en la reencarnación, incorpora la creencia en el amor al prójimo, y no busca ya argumentos para oprimirlo, de manera que los budistas son creyentes en la reencarnación pero no “castistas”, es decir, están en contra del sistema de castas.

VICENT GUILLEM

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