Para llegar a la Maestría vigílate, aprende a controlar
el timón de tu barca.
Adquiere el hábito de vigilarte y el de permanecer
en la serenidad del Amor.
Cuando en ti no hay paz, una multitud de entidades
internas y externas intentan adueñarse de tu conciencia,
te sugieren negros pensamientos y te provocan bajos sentimientos.
Aprende a servirte de tu propia luz, a ser tu propio guía,
Aprende a separar en ti lo sutil de lo grosero,
luz de oscuridad, oro de plomo.
Procura estar atento a ti mismo,
a tus pensamientos y sentimientos
a las tensiones de tu cuerpo, a los gestos de tu rostro.
Las tensiones del cuerpo provienen de las oscuras regiones
del alma y son innecesarias.
Busca la armonía, la calma, la paz.
Recuerda observarte, recuérdate, haz de ello un habito.
Examina cuál es la fuerza que predomina en ti en cada situación.
Obsérvate ante la soledad, ante los demás,
en la calma y el peligro, en la enfermedad,
y después no olvides lo que viste en ti.
Porque si jamás te vigilas tendrás una falsa imagen de ti mismo
y esa falsedad proyectarás a los demás.
Puede que un día estés sonriendo y con el odio por dentro,
pero tú no lo verás.
O puedes dedicarte a predicar, a hablar del amor y de la paz
Deseando el mal a tu hermano, a ti mismo inclusive,
y tú no serás testigo.
Que no te sucede lo que a aquel envidioso y cruel
mezquino y vengativo,
pero como no se ve se cree perfecto.
Aquel que con palabras bendice y en el secreto
rincón de su inconsciencia maldice y trama bajezas
y desea cosas que ya no debiera desear,
pero como no se vigila se siente impecable
y cuando se le enseña su error,
juzga de ofensa y calumnia.
Y sin saberlo, creyéndose servidor de Dios,
sólo impide y obstaculiza el fluir de mi Plan de Amor.
Vigílate, así sorprendes tu bajeza interior,
cosa que duele pero es inevitable que auto conocerse,
a veces cause dolor.
Vigílate, así podrás separar lo que son tus sombras
de lo que es tu luz, y podrás volver al Amor.
Dentro de ti y tu alrededor se esconde un universo de bondad
y también de maldad, y tú puedes elegir,
pero la elección es a cada instante, a cada segundo.
Y para volver a la armonía interior primero debes darte cuenta
de que no la tienes, y si no tienes el hábito de observarte
pasará el tiempo y poca armonía conocerás.
Así como en tu cuerpo hay gérmenes malignos
esperando tu debilidad para crecer, así existen
parásitos del alma esperando un descuido tuyo,
una baja de guardia, un quiebre emocional, una ira,
una depresión, una intoxicación, un descuido letal.
Esperan vivir y ser a través de ti para lo que te necesitan inconsciente, porque no son criaturas de la luz,
y si no estás vigilante actuarán a través de ti.
No serás tú pero tú deberás pagar.
Así también hay criaturas de la luz que sólo esperan
que tu conciencia se eleve para vivir y ser a través de ti,
y se cumpla así mi Voluntad.
Pero como respeto tu libertad y como sólo en plena conciencia
puede haberla, si no estás consciente
y de pleno acuerdo, no puedo ser a través de ti.
No olvides que tu naturaleza superior Yo soy.
Es por eso que sólo conscientemente tú puedes ser
realmente tú.
Obsérvate, vigílate, esfuérzate por ser tú mismo,
que no sean tus bajezas las dueñas de tu timón.
Permanecer en Amor es lo más importante de la vida.
Debes entonces luchar contra todo aquello que te lo impida
y que en ti habita igual que el Amor.
Es cosa de elección.
Observa las fuerzas oscuras en ti, conócelas para superarlas
y para volver al Amor.
Que los pequeños problemas de la vida no te hagan perder
el control de tu timón.
No los magnifiques, con la claridad los vencerás.
No merecen tu preocupación.
Ocúpate cuando lleguen y no te preocupes cuando no están
lo que no significa que no debas prevenir.
A veces los vientos son fuertes, hay tormentas,
cantos de sirenas, traicioneros arrecifes,
pruebas fortalecedoras.
Entonces cualquier descuido, cualquier desvío
puede significar un gran retraso, un retroceso
o incluso un naufragio.
Pero recuerda que los vientos y tormentas,
las sirenas y arrecifes son grandes o pequeños,
según tu inquietud o serenidad interior.
Orienta hacia Mí tu barca, hacia la calma y la paz,
hacia la armonía y el Amor.
Tú eres la barca, tú el mar y tú eres el timón.
Aprende a dirigir tu barca hacia donde tú quieres
y no hacia donde te arrastran los bajos vientos.
Aprende a mantenerte en Amor porque al final de tus días
puedes lamentar que de todos los años vividos,
sólo minutos o segundos estuviste en Amor.
La evolución se gana con la Luz de Amor
o con el fuego del dolor.
Si crece el Amor, disminuye el dolor.
Si disminuye el Amor crece el dolor.
Estar en Amor es cumplir con el propósito más elevado
y más noble de la existencia.
Para ingresar al Amor muchas formas existen:
un pensamiento positivo
un hermoso recuerdo
una gran esperanza
una bella sensación interior
contemplar, escuchar los sonidos alrededor.
Y si no se precisa de apoyo, tanto mejor,
cuando basta un acto de voluntadpara ingresar en la dimensión del Amor.
Pero existe un antiguo secreto que ayudará a realizar nuestra unión
un Soplo Divino capaz de transformar el barro,
el humano terrestre, en Humano Estelar.
Consiste en la respiración consciente inspirar en Amor.
ello es Alquimia, transmutación.
El aire aviva el fuego, la respiración consciente y en Amor
aviva la luz del corazón.
El Universo respira, todo viene y va.
Las galaxias de Mí nacen, las expelo, a Mí vuelven,
las inspiro.
Y tú, pequeño Universo, conformado a semejanza de mi Ser
con mis cualidades y potestades en ti,
modelado por mis leyes universales.
Tú también respiras, porque reflejas en ti
al Cósmico Ser.
Apoya tu vigilia en tu respiración consciente
en Amor.
Enrique Barrios
Mensaje Acuariano- Voz de Dios Amor
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