sábado, 6 de mayo de 2017

EL DESPERTAR DEL HOMBRE.- CAPITULO V


Hay que dividir la atención en tres aspectos:
SUJETO, OBJETO, LUGAR.

Tenemos que dividir la atención en tres aspectos, necesitamos comprender la honda significación del momento en que estamos accionando; ejemplo: Observad cuidadosamente a un cineasta; se encuentra dormido en su asiento, todo lo ignora, se ignora a sí mismo, está hueco, parece un sonámbulo, sueña con la película, se ha olvidado de sí mismo, cayó en el sueño profundo de la fantasía, ignora de que existe, de quien es él.
La atención consciente excluye eso que se llama identificación. Cuando nos identificamos con las personas, con las cosas, con las ideas, viene la fascinación y esa última produce sueño en la conciencia.
Tenemos que preguntarnos interiormente: ¿Quién Soy? (Sujeto); debe de preguntarse conscientemente, saber que existe, tocarse, sentirse. Seguidamente, objeto: Hay que darse cuenta de lo que se está haciendo, pues así no caemos en el error de dormir la conciencia: deberá preguntarse la razón de la acción ejemplo: ¿Qué estaré haciendo?. Esto deberá hacerse mentalmente.
Ahora viene el tercer aspecto, que es el lugar: Es de vital importancia preguntarse el lugar donde se está, deberá de observar las cosas que lo rodeen, los colores de los objetos.
El ser humano fascinado, no se acuerda de sí mismo. Nosotros debemos auto recordarnos a nosotros mismos de instante en instante. Necesitamos auto recordarnos en presencia de toda representación que pueda fascinarnos.
Detengámonos ante toda representación preguntándonos ¿Quién soy? ¿Que estaré haciendo? ¿Dónde estoy? y luego preguntarse: ¿Estaré en el plano físico o estaré fuera de mi cuerpo?...

Es lógico que si la gente vive dormida día y noche, no puede conocer el estado astral, no puede diferenciar la tercera dimensión de la cuarta dimensión, o sea el mundo de los sueños; nunca podrá saber mientras no practique el despertar de la conciencia. Dividiendo la atención en los tres aspectos lograremos entrar conscientemente al mundo de los sueños, allí encontraremos la respuesta que siempre necesitábamos para llenar el vacío interior.
Sabed que el astral o mundo de los sueños, las cosas se ven tal como aquí en el plano físico. Las gentes durante el sueño y después de la muerte ven todo allí en forma tan igual al mundo físico, que ni siquiera sospechan por ello hallarse fuera del cuerpo físico.
Aquí tenemos un ejemplo más claro del primer aspecto:
SUJETO
Maria Luz Fajardo se hace la pregunta del SUJETO. Y para darse cuenta de que existe en cualquiera de las dimensiones se observa detenidamente y se toca su cuerpo con el propósito de sentirse segura y de no caer en la fascinación. Todos los errores que comete el ser humano en la vida, se deben a que se olvida de sí mismo, se identifica, se fascina y cae en el sueño.
El segundo aspecto: OBJETO.
María Luz, se pregunta a sí misma cuál es su objetivo, qué está haciendo. Toda persona que quiera practicar los tres aspectos, deberá de preguntarse conscientemente, ejemplo: si está trabajando, dirá: estoy trabajando; si está comiendo dirá: estoy comiendo, etc., etc.
Esto nos da una razón más clara para asegurarnos de lo que vamos a hacer, y no equivocarnos. Hay que hacerse la pregunta mentalmente con relación al tercer aspecto de la división de la atención que corresponde al LUGAR. Tenemos que ser conscientes al preguntarnos, ¿Dónde estamos?.

Porque muchas veces estamos en una playa y nuestro pensamiento lo tenemos en problemas del trabajo: por lo tanto no nos damos cuenta de dónde estamos.
SAMAEL AUN WEOR

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