CAPÍTULO 3
Se puede vivir alegremente
Hablaré de alegría, compasión y propósito más elevado, pues muchos de vosotros buscáis la paz y un sentido de la plena realización interna.
La mayoría de vosotros sois conscientes de que la paz procede de vuestro propio mundo interior, y de que el mundo exterior no es más que una representación simbólica del que hay en el interior. Todos estáis en diferentes niveles de percepción del proceso por el que creáis aquello que experimentáis.
¿Qué es el camino de la alegría? Hay muchos caminos de vida entre los que podéis elegir, del mismo modo que hay muchas formas de servir a un nivel planetario.
Está el camino de la voluntad el camino de la lucha, y también el camino de la alegría y la compasión.
La alegría es una nota interna que se hace sonar a medida que se vive ¿Qué es lo que aporta alegría a vuestra vida? ¿Lo sabéis? ¿Sois conscientes de aquello que os hace sentiros felices? ¿O estáis acaso tan ocupados cumpliendo con vuestras obligaciones cotidianas que dejáis para un tiempo futuro esas cosas que os hacen sentiros mejor?
El camino de la alegría se ocupa del tiempo presente, no del futuro. ¿Tenéis una imagen de lo que será la vida algún día, cuando seáis felices, pero no experimentáis esa sensación de bienestar ahora mismo, hoy día? Muchos de vosotros llenáis vuestro tiempo con actividades que no van dirigidas hacia el alma, sino que son actividades de la personalidad.
Quizá se os haya enseñado que estar ocupado crea auto valor. Sin embargo, hay dos clases de actividad.
La actividad dirigida por la personalidad se basa a menudo en «condicionales» y no se hace para beneficio de vuestro propósito más elevado, mientras que la actividad dirigida por el alma siempre se hace con un propósito más elevado en la mente.
La personalidad se ve distraída a menudo por los sentidos, que captan su atención un momento tras otro.
La llamada telefónica, el niño, el sonido constante de las voces, las emociones de los demás, todas ésas son energías que atrapan vuestra atención durante todo el día y que pueden distraeros de vuestros mensajes dirigidos hacia el interior.
La verdadera alegría procede de funcionar hacia dentro y de reconocer quién se es Quizá tengáis muchas razones por las que no podéis cambiar vuestra vida ahora mismo.
Si no empezáis a crear razones que os permitan poder hacerlo, el cambio siempre será un pensamiento instalado en el futuro, y no os encontraréis en el camino de la alegría.
En este mundo al que habéis elegido venir, se os ha dotado de sentidos físicos y de un cuerpo emocional.
Vuestro mayor desafío consiste en no veros distraídos por lo que aparece delante de vosotros, o por aquello que tira de vosotros o que os llama, sino más bien en encontrar vuestro centro y magnetizar por vosotros mismos todas aquellas cosas que se encuentran en consonancia con vuestro ser interior. ¿Habéis dispuesto las cosas para que la gente tire de vosotros, para que vuestro tiempo esté lleno, pero no lleno de las cosas que deseáis? Tenéis el poder de cambiar ese drama.
Es un poder que procede de la compasión que sentís por quienes sois, así como de vuestro sentido de libertad interior. Muchos de vosotros habéis establecido vidas para vosotros mismos que no son alegres porque estáis convencidos de que tenéis una obligación que cumplir con los demás, que necesitáis que se os necesite, o porque os sentís esclavizados por una u otra situación. El desafío del camino de la alegría consiste en crear libertad Toda persona es libre. Podéis haber creado un lugar de trabajo y basado vuestra vida en ciertos logros y formas. El camino de la alegría consiste en aprender a no dejarse atrapar por los detalles de esas formas.
Consiste en aprender a no dejarse atrapar por vuestras propias creaciones, sino a sentiros estimulados por ellas.
Si habéis creado un trabajo, una relación o cualquier otra cosa que no os aporte alegría, mirad hacia vuestro interior y preguntaos por qué sentís que tenéis que estar en una relación con cualquier cosa o cualquier persona que no os aporta alegría. Ello se debe a menudo a que no creéis merecer tener lo que deseáis. En nuestro plano no existe algo como «merecer». Todos habéis sido dotados de imaginaciones activas; ellas son las puertas por donde podéis salir de donde estáis.
La vuestra puede ser una puerta hacia la preocupación, si es así como la usáis, o puede ser una puerta hacia la alegría.
Cuando estáis al teléfono, durante el día, hablando con vuestros amigos, ¿dejáis que hablen durante mucho más tiempo cuando os gustaría que terminaran de hacerlo? ¿Escucháis sus historias, que disminuyen vuestra energía? ¿Acordáis citas para ver a personas, a pesar de que no disponéis realmente de ese tiempo, o cuando no existe ningún propósito elevado para estar con ellas? Para encontrar el camino de la alegría tendréis que preguntaros por qué os sentís obligados por las personas o las formas que habéis creado.
El camino de la compasión no os obliga a amar a todas las personas independientemente de su forma de actuar o de quiénes son. Es un camino de ver la verdad de quienes son, de reconocer todas las partes de que están compuestas. ¿Es el camino de mirar a la gente y preguntarse si hay algo que se puede hacer para curar, para asistir o para ponerlas en contacto con su más elevada visión?
Si no fuera así, entonces estáis disminuyendo vuestra energía al malgastar vuestro tiempo con esas personas.
Algunos de vosotros ayudáis a las personas una y otra vez, y os sentís frustrados. Quizá os sintáis obligados a hacerlo así, como si no hubiera forma de escapar excepto escuchar sus penas y desear que cada cual siguiera con su vida.
Si ayudáis a las personas y éstas no crecen, será mejor que busquéis de nuevo para comprobar si efectivamente las estáis ayudando, o si ellas son capaces de recibir la ayuda que les ofrecéis.
El camino de la alegría supone la capacidad para recibir.
Si así lo queréis, podéis estar rodeados de amor, de amigos que se preocupan por vosotros, y tener un cuerpo saludable y ágil. Hay tantas cosas por las que sentirse agradecido y apreciado. Una de las formas de recibir más consiste en pasar más tiempo dedicados a apreciar lo que tenéis. Reconocer incluso las cosas más sencillas, las flores ante las que pasáis, la sonrisa bondadosa de un niño, y pronto veréis cómo el universo os envía más. Para aquellos de vosotros que os sentís preocupados por el dinero o por seguir una carrera profesional en la que podáis ganar dinero haciendo lo que os gusta, ¿habéis estado dispuestos a correr un riesgo y hacer lo que verdaderamente os gustaría hacer? ¿Habéis estado dispuestos a confiar en que el universo os diera la oportunidad?
Y aun más, ¿estáis preparados para manejar el dinero cuando éste llegue? ¿Tenéis la sensación de merecerlo? El camino de la alegría supone valorarse a sí mismo y no controlar en qué se emplea el tiempo Si cada persona empleara el tiempo únicamente allí donde pudiera lograr el mayor bien para sí mismo y para la persona con la que conviviera, el mundo cambiaría en un solo día. Es importante emplear el tiempo en aquellas formas que más promuevan vuestro más elevado bien. Si hubiera algo que no redundara en vuestro más elevado bien, os garantizo que tampoco redunda en el más elevado bien del planeta o de otros. Podéis preguntar, ¿qué puedo hacer aquí que me aporte alegría? Cada uno de vosotros tiene cosas que le encanta hacer. No hay una sola persona viva que no tenga algo que le gusta hacer. Lo que os gusta es una señal procedente de vuestro yo superior acerca de lo que debéis hacer Podéis decir: me encanta leer y meditar; ciertamente, ese no puede ser mi camino y aportarme dinero.
Sin embargo, si os permitierais sentaros y leer y meditar, un camino se desplegaría ante vosotros. A menudo os resistís a lo que más deseáis hacer. En la mente de todos hay un susurro que indica cuál será el siguiente paso. Puede ser sencillo, como hacer una llamada telefónica, o leer un libro.
También es posible que se trate de algo muy concreto y mundano que ni siquiera parezca estar conectado con vuestra visión más elevada. Debéis saber que siempre se os está mostrando cuál es el siguiente paso; se trata siempre de algo que acude a vuestra mente como una cosa evidente, sencilla y alegre que debe hacerse.
Todos sabéis lo que sería capaz de aportaros alegría mañana.
Al despertaros, preguntaros a vosotros mismos qué podéis hacer con el día capaz de aportaros alegría y delicia.
Poned una sonrisa en vuestro rostro, en lugar de centrar vuestra atención en cómo vais a pasar otro día.
No enfoquéis la atención sobre los problemas a los que tenéis que enfrentaros. Tendréis alegría sólo cuando os centréis en tenerla y no os conforméis con menos ¿Cuál es vuestra más elevada visión y cómo la encontráis en vuestra vida?
La mayoría de vosotros tiene muchas distracciones que no deberían estar. Si os sentarais durante cinco minutos cada día, y revisarais lo que habíais planeado para ese día, y os preguntarais cómo encajar cada cita, persona o llamada telefónica en vuestro propósito más elevado, al cabo de muy pocos meses os encontraríais en el camino de vuestro destino y descubriríais formas de duplicar vuestros ingresos.
Desde luego, necesitaríais actuar de acuerdo con esta sabiduría. Si no sabéis cuál es vuestro camino, podéis crear un símbolo que lo represente. Imaginaos que lo sostenéis en vuestras manos, como si fuera una bola de luz. Llevadlo a vuestro corazón, introducidlo en vuestro chakra corona, en lo alto de la cabeza, y liberarlo para que entre en vuestra alma.
Al cabo de muy poco tiempo, empezará a adquirir forma. Descubriréis entonces que, simplemente ante el pensamiento de un propósito más elevado, empezaréis a reordenar mágica y magnéticamente vuestro día. De repente, amigos que ocupaban vuestro tiempo dejarán de parecer interesantes, al tiempo que conocéis a nuevos amigos y cambiáis la naturaleza de vuestras amistades con los viejos conocidos.
La compasión se ocupa de vosotros; valoraros a vosotros mismos y a vuestro tiempo. No le debéis vuestro tiempo a nadie. Cuando os hacéis cargo de vosotros mismos y afirmáis ser una persona única y valiosa, el mundo también os lo afirmará así. Cada persona tiene un propósito y una razón para estar en la tierra No estáis aquí sólo para hacer una cosa, pues cada cosa que conseguís se convierte en parte de un paso anterior y de otra fase de vuestra evolución.
Cada experiencia queda integrada en experiencias anteriores. Algunos de vosotros os desplazáis de lado, probáis cosas nuevas y aparentemente no relacionadas, para obtener nuevas habilidades en el viaje hacia arriba.
Algunos encontráis cómo hacer vuestro trabajo. Algunos estáis aquí para desarrollar, tal y como es vuestro propósito, una visión de paz dentro de vosotros mismos.
No juzguéis el propósito por los estándares de los demás, o por aquello que, según os ha dicho la sociedad, es lo mejor que se puede hacer. Puede que estéis aquí para desarrollar paz interior e irradiar esa cualidad hacia el exterior, para ponerla a disposición de los demás. O que estéis aquí para explorar el ámbito del intelecto o del mundo de los negocios, para asistir a las formas de pensamiento que hay en el planeta a ese nivel.
La compasión está fuera de todo juicio. Es simple aceptación, la capacidad de amar y de valorarse a sí mismo y el camino que se despliegue para un propósito más elevado, sea éste cual fuere. En casi todo momento hay tensión en el mundo, pero también hay disponible una gran oportunidad para todos aquellos que se centran en lo positivo, y que están dispuestos a aceptar la responsabilidad por todo aquello que crean.
Hay energía disponible para aquellos que son intuitivos, que curan y que se encuentran en un camino de alegría.
Con esa energía llega una oportunidad de tener gran abundancia y alegría ahora.
Muchos de vosotros avanzáis rápidamente. Habéis estado en un camino acelerado de crecimiento, por lo que podéis curar y enseñar a otros que os siguen. Algunos de vosotros, como los autores y escritores, pueden haberse avanzado años a las formas de pensamiento masivo, puesto que necesitáis estar en el flujo de los tiempos cuando vuestra escritura salga a la luz.
No todos experimentáis la misma transición al mismo tiempo. Todos los que leéis esto sois pioneros, pues no os sentiríais atraídos por esta información si no os adelantarais a vuestro tiempo Es posible que percibáis un cambio en la energía del planeta. Aquellos de vosotros que estéis dispuestos a mirar hacia arriba y encontrar vuestra visión descubriréis que vuestras vidas se aceleran todavía más.
Las cosas sucederán cada vez más de prisa, y por eso la sabiduría y el discernimiento se hacen cada vez más importantes.
Por eso querréis contemplar cada día y compararlo con vuestro propósito más elevado. A veces, lo más duro de hacer es decir «no» a alguien necesitado. Si prestáis constantemente atención a personas en crisis estáis afirmando con ello que la forma de que disponen para atraer vuestra atención es crear crisis.
Si deseáis que las personas que haya en vuestra vida respeten y honren vuestro tiempo, enseñadlas a ser recompensadas cuando lo hagan así. El mundo está atravesando por un cambio, las cosas se aceleran. Quizá ya lo hayáis sentido así. Quienes no se hayan centrado en su visión y en su ser más elevado experimentarán todavía más problemas.
Algunas de las personas que os rodean quizá hablen de esta época como la más grande y la más alegre de sus vidas, mientras que otras la considerarán como la más difícil.
Si experimentáis esta época como la más alegre de vuestras vidas, mirad a vuestro alrededor y contemplad a los otros.
En lugar de juzgar, o de sentiros separados de aquellos que experimentan dificultades, enviadles sencillamente la luz, y luego soltadla. Si os encontráis enfrascados en luchas por el poder con otras personas, extraños, amados o amigos íntimos, entrad en vuestro yo superior. Deteneos por un momento, respirad profundamente y no os dejéis atrapar por el deseo de confrontación de los demás.
Recordad que es su deseo, no el vuestro. En esta acelerada vibración del planeta desearéis aprender a no dejaros arrastrar hacia la energía de otras personas a través del tercer chakra, el del plexo solar. Buena parte de la energía que las personas experimentan de otras procede a través del plexo solar, el centro del poder y de la emoción.
Muchos de los desafíos que encontraréis en el camino de la alegría consistirán en apartaros de las luchas por el poder y surgir desde un nivel más profundo de compasión.
Si un amigo os grita o es poco afable, retroceded y, con un sentido de compasión, tratad de experimentar la vida desde su perspectiva. Quizá veréis entonces su cansancio, o su actitud defensiva, que no tiene nada que ver con vosotros, pues vosotros no representáis más que otro personaje en su juego. Cuanto más podáis alejaros y no dejaros arrastrar hacia las luchas por el poder, tanto más pacífica y abundante será vuestra vida, y en mejor posición estaréis para curar a otros al estar en vuestro corazón con compasión.
Introducíos dentro de vosotros mismos por un momento y preguntaos qué podéis hacer mañana, específicamente, para aportar más alegría a vuestra vida.
Preguntaos qué podéis hacer para alejaros de una lucha por el poder, o de una cuestión que exista en vuestra vida y que os esté privando de vuestra energía. ¿Qué podéis hacer mañana para liberar un poco más de tiempo y encontrar paz interior?
Tenéis mucho de lo que estar agradecidos por vuestra excelente mente y vuestro potencial ilimitado. Tenéis la habilidad para crear cualquier cosa que deseéis; las únicas limitaciones son aquellas que vosotros mismos os creáis. Despertad por la mañana y afirmad vuestra libertad. Mantened vuestra visión superior y vivid la vida más alegre que podáis imaginar.
Podéis vivir alegremente,
HOJA DE JUEGO
1. Preparad una lista de siete cosas que os guste hacer, que os aporten alegría al hacerlas, que no hayáis hecho en los últimos meses. Pueden ser cualquier cosa, tumbarse al sol, hacer un viaje, someteros a un masaje, conseguir un objetivo, hacer ejercicio, leer un libro.
2. Al lado de cada una de estas siete cosas, preparad una lista de aquello que os lo impide hacer, ya se trate de algo interior (como vuestros sentimientos) o exterior (alguien o algo, como la falta de dinero, que os lo impida hacer).
3. Tomad dos o tres cosas de la lista que os proporciona la mayor alegría, y pensad en un paso que podáis dar para conseguir que eso entre a formar parte de vuestra vida
4. Indicad en vuestro calendario una fecha y un momento en el que haréis que cada una de esas actividades gozosas entren a formar parte de vuestra vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario