martes, 28 de marzo de 2017

Alegria de Vivir (Sanaya Roman) Capitulo-6º


CAPÍTULO 6
Autorrespeto, autoestima y autovalor
Lo que se necesita para sentirse bien consigo mismo no es igual de una persona a otra.
Lo que necesitas a nivel de autoestima no es necesariamente lo mismo que necesita otra persona.
Es importante descubrir qué hace que te sientas valioso, seguro y feliz con respecto a lo que eres.
En sus más altos niveles, el respeto por sí mismo procede de honrar tu propia alma.
Eso significa hablar y actuar desde un nivel de integridad y honestidad que refleje tu yo superior.
Significa atenerte a aquello en lo que crees (aunque no tienes por qué convencer a otros para que también lo crean así), y actuar de una forma que refleje tus propios valores.
Muchos de vosotros criticáis a los demás por no vivir de acuerdo con el sistema de valores que consideráis como correcto, pero, si lo examináis más atentamente, veréis que quizá ni siquiera vivís de acuerdo con vosotros mismos.

Habrás visto alguna vez a la persona que siempre le dice a todo el mundo cómo debería actuar, a pesar de que ella misma no hace nada de lo que le gusta.
El respeto por sí mismo significa actuar de acuerdo con tus propios valores y con aquello en lo que tú mismo dices creer. Muchos de vosotros tenéis un conjunto de valores en los que decís creer, pero actuáis a partir de otro conjunto de valores. Eso conduce a una gran cantidad de conflicto interno.
Por ejemplo, se puede creer en la monogamia en lo más profundo y, sin embargo, la persona con la que estás te pide una relación abierta.
Decides consentir en ello porque deseas estar con esa pareja. Crees en otro conjunto de valores, pero vivir de acuerdo con uno diferente, y eso producirá mucho conflicto y dolor potencial alrededor de este tema.
¿Cómo puedes saber si los valores según los cuales «crees» que deseas vivir son realmente tuyos?
A menudo no lo puedes saber hasta que no lo pruebas.
Puedes pensar que una persona buena se levanta temprano por la mañana, pero resulta que tú siempre te duermes y se te hace tarde. Muchos de vosotros tenéis valores según los cuales creéis que deberíais vivir, pero no lo hacéis.
Lo mejor es poner a prueba esos valores: levantarse temprano durante un tiempo. A menudo, lo que crees que son tus valores resultan ser «obligaciones» que te han transmitido los demás, y cuando los experimentas realmente descubres que no funcionan para ti. Pregúntate a ti mismo qué es lo que valoras.
¿Qué crees que hace la gente buena! ¿Estás siguiendo esos valores? Resulta difícil que te sientas a gusto contigo mismo si vives de una forma que vaya en contra de tus valores subyacentes.
Es importante examinar tus valores y vivir de acuerdo con ellos, o cambiarlos.
Autorrespeto significa venir desde tu poder no desde tu debilidad Cuando te quejas de que alguien o algo te hace sentir triste o enojado, pregúntate: «¿Por qué elijo el experimentar ese sentimiento o reaccionar de ese modo?».
Acusar a los demás siempre te restará poder.
Si descubres por qué eliges sentirte herido por las acciones de los demás, aprenderás mucho sobre ti mismo.
Algunos de vosotros teméis que, al defenderos, perderéis el amor de alguien. Algunas personas son bastante buenas para convencer a los demás de que están equivocados cuando defienden sus creencias.
Siéntete agradecido hacia ellas, en silencio, por haberte proporcionado la oportunidad de ser más fuerte, pues a menudo la fortaleza se desarrolla frente a la oposición.
El respeto por sí mismo significa defender tu verdad más profunda y conocer tus sentimientos más internos.
Significa convertirte a ti mismo, y no a otro, en la verdadera autoridad de tus sentimientos.
Algunos de vosotros vivís o estáis asociados con personas que os empequeñecen y os equivocan. Puedes terminar tan centrado en los sentimientos de esas personas, que terminas por perderle la pista a los propios.
Una mujer estaba casada con un hombre que la hacía equivocarse constantemente y que criticaba muchas de sus acciones. Ella terminó por centrarse tanto en los sentimientos de su pareja que, durante todos los años que convivieron, jamás se preguntó cómo se sentía ella misma por la forma en que él la trataba. Siempre intentaba agradarle, intentaba anticiparse a sus estados de ánimo y caprichos, para que no se metiera con ella.
Y, sin embargo, todo lo que intentaba terminaba haciéndole enfadar a él. Empezó a sentir que había fracasado o que era, de algún modo, una mala persona.
Se pasó tantas horas analizando los sentimientos de su pareja, que perdió el contacto con los propios sentimientos.
Muchos de vosotros tratáis de agradar a las personas y, al hacerlo, os centráis más en lo que sienten los demás que en lo que sentís cada uno de vosotros.
El autovalor significa prestar atención a cómo te sientes.
No necesitas razones para explicar por qué eliges hacer algo. No necesitas demostrar nada a otra persona sobre tu propio valor. Haz que tus sentimientos tengan validez; no los analices ni cuestiones. No los repases una y otra vez preguntándote:¿Tengo realmente razones para sentirme herido?
Deja que tus sentimientos sean reales para ti y hónralos. Muchos de vosotros convertís a otras personas en vuestras autoridades. Cuando ellas os dicen que sois malos, las creéis. Cuando os dicen que todo ha sido por culpa vuestra, las creéis. No sugiero con esto que ignores lo que dicen los demás, sino que hagas honor a lo que tú sientes con respecto al tema.
Una cosa es mostrarse abierto a la crítica constructiva y otra muy distinta intentar hacer constantemente lo que otros quieren que hagas, incluso cuando no deseas hacerlo.
Crear autoestima y autovalor significa honrar tus propios sentimientos, camino y dirección.
Significa honrarte a ti mismo con tus propias palabras, acciones y comportamiento. La autoestima significa creer en ti mismo, saber que has hecho lo mejor que sabías hacer, aunque dos días más tarde descubras una forma mejor de hacerlo.
Implica hacerte bien a ti mismo, en lugar de mal, y en permitirte sentirte bien por lo que eres. Algunos de vosotros os pasáis todo el tiempo haciendo enormes esfuerzos, obligándoos, yendo precipitadamente de un lado a otro, con la sensación de que, hagáis lo que hagáis, nunca es suficiente.
Intentarlo y trabajar duro para conseguir que se hagan las cosas no es necesariamente el camino hacia la alegría. Respétate a ti mismo al seguir tu propio flujo interno. Descansa, juega, piensa y tómate tiempo para permanecer en silencio.
Hacer esas cosas que te nutren son formas de incrementar tu autoestima. Según te trates a ti mismo, así te tratarán los otros No esperes que otras personas te respeten o te traten de una forma más positiva. No lo harán hasta que tú mismo te trates con respeto. No tienes por qué estar alrededor de personas que no te honren, te respeten o te traten bien.
Si te encontraras alrededor de esa clase de personas, actúa con dignidad y recuerda que no te respetan porque no se respetan a sí mismas. Puedes enviarles telepáticamente un mensaje acerca de cómo deseas ser tratado.
Hay otros que sólo se aprovecharían de ti y te considerarían como algo garantizado si tú se lo permitieras así.
No necesitas enojarte o exigir tus derechos, pues eso sólo crea una lucha por el poder entre tú y los demás. Mantén el corazón abierto. Probablemente, ellos no pueden reconocer su propio y más grande yo, por lo que tampoco les resulta posible honrar el tuyo.
No deseas que tu autoestima se base en cómo te tratan o te ven los demás. No importa lo a gusto que te sientas contigo mismo, siempre habrá quienes no te tratarán de una forma respetuosa, pues tampoco han aprendido a tratarse a sí mismos de una forma amorosa. Las relaciones que mantienes con los demás sólo pueden ser tan buenas como las relaciones que los demás mantengan consigo mismos.
Si no saben cómo amarse a sí mismos, eso establece un límite en cuanto a cuánto son capaces de amarte a ti.
No importa lo mucho que lo intentes, la cantidad de cosas agradables que hagas, ellas no podrán darte el amor que buscas. El perdón es la clave para sentirte bien acerca de cómo te tratan los demás. Luego, libérate de cualquier enfado que puedas sentir; simplemente, déjalo escapar y enfoca la atención sobre otras cosas.
Algunos de vosotros sentís que vuestros padres son responsables por vuestra falta de autoestima.
No puedes acusar a tus padres, ya que fue tu propia reacción a ellos lo que creó cualquier falta de seguridad que ahora puedas experimentar. Dos niños pueden proceder de padres igualmente abusivos o negativos, y uno crecerá con un buen sentimiento sobre sí mismo y el otro no.
Tú eres quien toma la decisión de sentirse mal.
En lugar de sentir lástima de ti mismo por tu infancia, o de sentirte como una víctima de tu educación, debes darte cuenta de que has sido tú quien ha elegido colocarte en esa situación, y que sólo tú puedes aprender de ello algo que sea capaz de ayudarte en el crecimiento de tu propia alma.
Puede que digas: «Sigo una pauta de permitir que los hombres me maltraten porque mi padre me maltrató».
Llegaste a la tierra para aprender algo sobre el amor, y si no lo aprendiste de tu padre, elegirás a hombres con pautas similares para que te enseñen lo que necesitas aprender.
Por ejemplo, es posible que hayas experimentado a tu padre como alguien que te maltrataba, para luego descubrir que atraes a tipos similares de hombres, hasta que un día decidiste que ya no querías ser tratada de ese modo.
Una de las lecciones que viniste a aprender en esta vida puede ser la de amarte y honrarte a ti mismo, por lo que creaste situaciones en las que te viste desafiado a hacerlo así.
En cuanto así lo decidiste tú, esa pauta se terminó.
Cada situación en tu vida es una experiencia de aprendizaje, creada por tu alma para enseñarte a obtener más amor y poder Los niños responden de formas diferentes a una misma educación, como puedes comprobar cuando observas de qué modo tan diferente se comportan hermanos y hermanas a pesar de haber tenido los mismos padres.
Algunos niños responden a la energía negativa que les rodea convirtiéndose en amorosos y afables. Otros son tan sensibles que no pueden soportar el sentir la energía negativa y cierran la parte de ellos que siente.
Algunos responden sintiendo que deben ser duros y presentar una imagen exterior de invulnerabilidad.
La autoestima procede de estar dispuesto a reconocer quién eres y a amarte a ti mismo tal como eres ahora.
Resulta difícil cambiar hasta que no estás dispuesto a aceptarte tal como eres.
Cuando te honras a ti mismo y a tus sentimientos, los demás no pueden afectarte. Eres un individuo valioso, sin que importe tu pasado, ni tus pensamientos, ni quién crea o deje de creer en ti. Tú eres vida en sí misma, una vida que crece, se expande y se extiende hacia lo alto.
Todas las personas son valiosas, hermosas y únicas.
Cada experiencia que hayas tenido la has pasado para que te enseñara más sobre crear amor en tu vida. Existe una línea muy fina entre respetarte a ti mismo y ser egoísta.
Algunos de vosotros creéis que tenéis todo el derecho a enojaros con los demás porque os han hecho daño.
Honra los sentimientos de los demás, pero hazlo de tal modo que honres también tus propios sentimientos.
Para conseguirlo, desearás venir desde un alto nivel de palabra y pensamiento. Al expresar tu enfado, al chillar y gritar, no haces sino situarte en una lucha por el poder con otra persona, y eso cierra los corazones de ambos.
Cuando alguien hace algo que no te gusta, abre tu corazón antes de hablar. Si prefieres hacer una afirmación, ofrécela como algo que sientes, antes que como algo que hizo alguien. Puedes decir: «Me siento dolido», en lugar de: «Me has hecho daño». Una forma poderosa de expresarlo es: «Voy a elegir sentirme dolido». Cada sentimiento que experimentas es el sentimiento que tú mismo has elegido.
El autovalor es saber que has elegido tus sentimientos en cada momento Cuando te comunicas con otras personas de una forma que honra su ser más profundo, siempre te sientes mejor contigo mismo.
Quizá te hayas dado cuenta de que cuando sacas algo del pecho mediante la expresión de cólera o dolor, a menudo te sientes peor más tarde. Se produjo, al menos, una sensación de que algo había quedado incompleto. No puedes abandonar una situación hasta que no lo hayas hecho con amor.
Esas situaciones que abandonaste cuando te sentías encolerizado, continuarán presentes en el futuro, a la espera de que las resuelvas. Es posible que no sea con la misma persona, pero crearás otra persona, y una situación similar que te permita resolverla con paz y amor.
Es importante respetar a los demás. Si no te sientes respetado por los demás, es posible que te coloques en una situación en la que puedas aprender cómo tener compasión y afabilidad en tu forma de tratar a los demás. Ser sensible a los sentimientos de otras personas es diferente a intentar complacerlas.
Debes estar dispuesto a ver sus necesidades y deseos. ¿Hablas secamente a los demás sin prestar atención a sus sentimientos? ¿Hablas con fastidio o con irritación? Observa la energía que envías hacia los demás, pues aquello que envías será lo que recibirás. Sé más consciente del efecto que causas sobre los demás, pues cuanto más los respetes, mayor respeto recibirás tú mismo. Honra su valor, su tiempo y los valores en los que creen, y descubrirás que ellos también honran los tuyos.
Algunas personas honran a los demás todo el tiempo y tienen la sensación de no recibir lo que dan. En ese caso, sienten a menudo que no se merecen ser tratados bien y permiten que los demás no les hagan caso.
Resulta fácil respetarse a sí mismo cuando aquellos que te rodean te respetan. El desafío consiste en respetarse a sí mismo cuando quienes te rodean no te respetan.
Primero, perdónalos y luego libérate de cualquier necesidad de que sean ellos los que te den validez. Cuando necesitas que sean los demás los que te valoricen para sentirte a gusto contigo mismo no haces otra cosa que disminuir tu poder.
Es agradable cuando hay otras personas que creen en ti, confían en ti y te apoyan.
Y, sin embargo, si quieres ser poderoso, es importante no necesitar que los demás lo hagan así como condición para creer en ti mismo.
La necesidad de encontrar constantemente validez transfiere la autoridad a los otros y no a tu yo más profundo.
Es posible que tu verdad no sea la misma que la verdad de los demás. El único error se produce cuando tú no honras tu verdad y cuando aceptas lo que es verdad para otro, aunque no lo sea para ti. Algunas personas creen en la reencarnación y otras personas no.
Es posible que su creencia en la reencarnación haga que la vida sea más alegre y fácil de vivir.
Como también es posible que la creencia de que no hay otras vidas haga que ésta sea más importante y real.
Al margen de cuál sea tu creencia, es importante que la honres y que estés abierto a nuevas formas de ver las cosas si éstas crean más alegría en tu vida. No aceptes nada automáticamente a menos que tenga para ti visos de la verdad.
Honra tu verdad, cree en ella y defiéndela, pero ten compasión por los demás. Recuerda que tú cuentas, que eres importante y que tienes una contribución única y especial que aportar al mundo. Debes saber que eres un ser especial.
Tus sueños, tus fantasías y objetivos son tan importantes como los de cualquier otro. Áutorrespeto, autoestima, autovalor HOJA DE JUEGO
1. Piensa en una pauta que parezcas experimentar con la gente una y otra vez. Escríbela aquí:
2. Quédate sereno, relájate y realiza una introspección.
Pídele a tu yo más profundo y sabio que te muestre lo que estás aprendiendo de esto. ¿Cómo te está enseñando a respetarte y amarte más?
3. ¿Qué cualidades del alma estás desarrollando a partir de esta situación? Por ejemplo, quizá estés desarrollando la cualidad de la compasión, la honestidad, el expresar tu más profunda verdad, la paz, el amor por ti mismo, la humildad, el no causar daño, el aceptar la responsabilidad por tus propios actos, etcétera.

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