miércoles, 15 de marzo de 2017

VIDA IMPERSONAL DE JOSEPH BENNER.- "AUTORIDAD" CAP. 13


A ti que aun sientes el deseo de leer libros, creyendo que en ellos habrás de encontrar alguna explicación de los misterios que por ahora te ocultan el significado de las expresiones terrenales de Mi Idea, a ti Yo digo: Está bien que tú busques así, superficialmente, siguiendo para ello los impulsos que Yo te hago sentir, las interpretaciones que otros dan al significado de Mi Idea al expresarse ésta por ellos, pues Yo haré que esa búsqueda sea para ti de algún beneficio; aunque, sabe, no lo será en la forma que tú lo imaginas.


 Aun está bien que busques en las antiguas enseñanzas, filosofías y religiones de tu raza o en las de otras razas y pueblos, la Verdad que yo quiero expresar para ti; tampoco esta búsqueda te será vana. Mas el tiempo vendrá en que te habrás de dar cuenta de que los pensamientos de otras mentes y las enseñanzas de otras religiones, no importa lo ciertas y hermosas que se ostenten, no son precisamente lo que Yo intento para ti; porque para ti Yo tengo reservados pensamientos de enseñanzas, que sean tuyos, tuyos solamente; los cuales te daré en secreto y precisamente en el momento mismo en que ya estés dispuesto a recibirlos.
 Y cuando este tiempo venga, el que inevitablemente vendrá, precisamente después de que te sientas insatisfecho de tu búsqueda por entre las enseñanzas de esas varias religiones, filosofías y cultos que por ahora te interesan; cuando te sientas desalentado, cada vez más, al percatarte de que no logras alcanzar los poderes y desarrollo espiritual tan autoritativamente descritos y que se supone ya se hallan a la disposición de los escritores de esos libros, de los maestros de esas filosofías y de los promulgadores de tales religiones, entonces y sólo entonces Yo te haré ver que si bien todos estos libros, enseñanzas y religiones fueron originalmente inspirados por Mí y han desempeñado y siguen desempeñando la parte de labor que sirve para despertar los corazones de muchos, no obstante, para ti ya llega el momento en que ceses de recurrir a toda externa autoridad, confiándote, en vez de ello, al estudio de Mi Libro de Vida, guiado e instruido sólo por Mí desde lo interno. 
 
Si tú de una manera seria y sincera haces esto, entonces hallarás que te he escogido para que seas el Gran Sacerdote de una religión cuya gloria y grandeza serán, en relación a las otras, que antes he puesto ante ti, según tu anterior grado de comprensión, como la luz del Sol es al simple destello de una lejana estrella.
 Asimismo, te habrás de dar cuenta de que las antiguas religiones fueron dadas a mis pueblos de edades remotas, y que las religiones de otras razas son para Mis pueblos de tales razas, y que, por consiguiente, ninguna de ellas es para ti, sin embargo de que las haya llevado basta ti y te haya llamado la atención a sus muchas cosas maravillosas, las que te inspiraron a llevar a cabo una búsqueda más determinada de Mí, dentro de esas mismas enseñanzas.

 
 Pero Yo te digo: todo esto no son sino cosas del pasado, y nada tiene ya que ver contigo. El tiempo ha llegado, si puedes comprenderlo, en que debes desechar todo conocimiento acumulado, toda enseñanza, toda religión, toda autoridad, aun Mi autoridad tal como está expresada en ésta y en Mis otras revelaciones meramente objetivas; porque ahora ya te has despertado a la conciencia de Mi Presencia en tu interno, así como al hecho de que toda autoridad, enseñanza o religión venidas de una fuente externa, no importa lo sublimes o santas que sean, no podrá tener ya sobre ti ninguna influencia, como no sea la necesaria para hacerte volver hacia Mí en tu propio interno, en busca de una autoridad definitiva en todos tus asuntos, de cualquier naturaleza que sean.
 
 Así, pues, ¿a qué buscar en las cosas del pasado -en la religión, en el humano conocimiento y en la experiencia de otros- la ayuda y guía que sólo Yo puedo dar?
 Olvida ya todo lo pasado. Lo pasado está muerto. ¿Por qué has de cargar a tu alma con las cosas muertas?
 Justamente en el grado en que te adhieras al pasado seguirás viviendo ese pasado; no teniendo, por tanto, nada que te relacione conMigo, que vivo en el siempre presente AHORA, en lo Eterno.
 Justamente en el tanto en que estés sujeto a los actos y experiencias pasadas, ya sean religiones o enseñanzas, en ese mismo tanto ellas anublarán la visión de tu alma y me ocultarán de ti, lo cual impedirá que llegues a encontrarMe. Y así seguirá, indefinidamente mientras no te liberes de esa influencia obscurecedora y te resuelvas a entrar a la Luz de Mi Conciencia Impersonal, que no reconoce límites, porque penetra hasta la Realidad infinita de todas las cosas.

 
 Igualmente el futuro no debe interesarte. Aquel que espera para el futuro su perfeccionamiento final, es porque sigue encadenado al pasado y nunca podrá ser libre mientras su mente siga, asimismo, embargada con la idea de la consecuencia de sus actos; mientras no Me reconozca como su único Guía, arrojando sobre Mí toda la responsabilidad.
 Tú, que eres uno conMigo, eres perfecto ahora mismo, y siempre fuiste perfecto, no conociendo por tanto, ni juventud ni vejez, ni nacimiento ni muerte.
 Tú, el Perfecto, en nada estás relacionado con lo que ha sido o lo que será. No tienes más interés que por el eterno AHORA. Te atañe sólo aquello que inmediatamente tienes ante ti, es decir: expresar perfectamente Mi Idea aquí y ahora y bajo las condiciones en las que con todo propósito Yo te he colocado para la expresión de dicha Idea.
 Cuando ya has hecho lo que tenias ante ti, ¿por qué no dejarlo olvidado en vez de seguirlo arrastrando contigo, ya que esto agobia tu mente y tu alma con sus efectos, los cuales no son sino cáscaras vacías, de las que ya has extraído la pulpa?
 Todo esto se refiere a la reencarnación, a cuya creencia muchas mentes están sólidamente encadenadas.
 ¿Qué tienes que ver Tú, el Perfecto, el Eterno, con pasadas o futuras reencarnaciones? ¿Puede el Perfecto añadir algo a su perfección? ¿Y el Eterno salir de su eternidad y regresar a ella?
 YO SOY, y por eso Tú Eres -Uno conMigo-, siempre lo has sido y siempre lo serás. El YO SOY de Ti mora y reencarna en TODOS los cuerpos, para el propósito único de expresar Mi Idea.
 La Humanidad es mi cuerpo. En Ese Cuerpo Yo vivo, me muevo y tengo Mi Ser; y, asimismo, por conducto de Mis atributos expreso la Gloriosa Luz de Mi Idea, cuyo esplendor Celestial, no obstante, 
aparece confuso y deformado para la visión humana a causa de las minadas de facetas, empañadas e imperfectas, del intelecto humano.
 Yo -y Tú que Eres Uno conMigo- reencarno en la Humanidad, tal como la encina reencarna en sus hojas y bellotas, temporada tras temporada, y así en miles de encinas, nacidas de sus miles de bellotas y de encinas, generación tras generación. Mas dices que recuerdas tus vidas pasadas.
 ¿Ciertamente? ¿Estás seguro? Muy bien ¿y qué? Si yo te he permitido tener una vislumbre de la realidad de una de Mis pasadas expresiones para que pudieras tener una mejor comprensión de Mi significación, el cual ahora Yo estoy ampliamente expresándote, no constituye una aseveración de parte Mía, respecto a que tú, en lo personal, fueras mi instrumento en tal expresión.
 Porque, ¿no Me expreso, acaso, a través de todos los instrumentos y Tú conMigo? ¿No Somos, Nos, la Vida y la Inteligencia de toda expresión no importa de qué carácter, edad o raza sea?
 Mas si te place creer que tu realmente fuiste esa expresión, está bien; de todas maneras, Yo haré que esa creencia sea de tal beneficio para ti, que haya de prepararte para la Gran Comprensión que después habrá de venir.
 
 Mientras tanto, sigues fuertemente encadenado. Tu personalidad con sus deseos y aspiraciones egoístas está aún atada de pies y manos al pasado y espera solamente en el futuro para liberarse, y esto hasta después de agotar completamente todas las consecuencias de sus actos, dominando a tu mente e intelecto con la falsa creencia no sólo en el nacimiento y la muerte, sino también con la idea de que ése es el único medio de que tú dispones para lograr la emancipación final y la unión conMigo; evitándote con todo ello la clara comprensión de Nuestra Unidad Inalterable y Eterna, y, sobre todo, de que Tú puedes liberarte a ti mismo en cualquier momento que Tú quieras.
 Porque sabe que es únicamente la personalidad la que nace y muere; solamente ella es la que aspira y se esfuerza por prolongar su permanencia en el cuerpo y dentro de la vida terrenal o para reaparecer en otros cuerpos, cuando Yo no tengo ya por qué ni para qué seguir usando su cuerpo.
 
 Y solamente a esta personalidad es a la que estás ligado, por medio de las creencias y opiniones que ella ha injertado sobre ti desde las más remotas edades, durante las cuales ha conservado tu mente humana ocupada con tales engaños; y es por eso que sólo hasta que logres elevarte, al darte cuenta de tu Divina Inmortalidad, Omnipotencia e Inteligencia, y puedas desechar todas las creencias y opiniones personales, sólo hasta entonces podrás liberar a tu Ser de esta relación pervertida y asumir tu verdadero puesto de Amo y Señor, Uno conMigo, sentado en el trono del Ser, obligando a la personalidad a tomar su propio y natural lugar como sirviente y subordinado, pronta a obedecer y dispuesta a ejecutar Mi más leve mandato, convirtiéndote en esa forma en un instrumento digno de Mi Uso.

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